Araya es el nombre de un barrio de Candelaria, en Tenerife, situado al pie de la ladera de Chafa, que se extiende de arriba abajo alrededor de la carretera. También da nombre a un barranco que pasa por el lugar (GAC 114 B4).

Este Araya de Candelaria es población antigua. Figura entre los "pagos" de Candelaria citados por el Obispo Dávila en sus Constituciones Synodales (cit. por Riviere 1997: 71) y por Viera y Clavijo en su Historia de Canarias (1982: II, 417). Antonio Riviere le concedía a mitad del siglo XVIII una población de 45 vecinos (1997: 62), lo que no es poco para la época. Por su parte, Madoz le concede dos entradas en su Diccionario geográfico: Araya y Arayo, como si de dos topónimos se tratara, pero en ambos dice lo mismo: "pago de Candelaria" (1986: 44). Finalmente, Bethencourt Alfonso (1991: 414, etc.) toma el término de Araya para fijar los límites de otros muchos topónimos del lugar, todos ellos de nombre guanche, como Chacorche, Chafa, Fierabroy, Tabordo y otros.

Porque aparte de este Araya de Candelaria existió otro Aray en Tenerife como "pago de Santiago" o del "Valle de Santiago", que debe entenderse del actual Santiago del Teide, y que aparece en las Constituciones Synodales del Obispo Dávila (cit. por Riviere 1997: 69), en la Historia de Canarias de Viera y Clavijo (1982: II, 414-415) y en el Diccionario geográfico de Madoz (1986: 44). Existió, decimos, porque hoy nos es del todo desconocido; ni siquiera Bethencourt Alfonso da cuenta de su existencia; todos los autores que lo citan, incluido Bethencourt (1991: 404), lo hacen repitiendo a Viera. Y justamente Wölfel (1996: 962) junta los dos, Aray y Araya, como formas variantes de un mismo étimo guanche para el que, sin embargo, no tiene ninguna hipótesis interpretativa.

Nuestro colaborador Abrahan Loutf compara el término tinerfeño Araya con el topónimo bereber Auray que es el nombre de una cumbre del Alto Atlas de 3.122 m de altitud; además, Ayt urey es una población de Mesfiwa, y Amerrey, por prefijación de m-, en Ayt Tidili, tiene el valor de 'lugar donde abundan piedras'. Otro paralelo podría ser aurra (plural iurrayen), que tiene en el habla ahagar el significado de 'pequeños callaos', y con el mismo significado el habla chelja ofrece awaray (Laoust 1939: 240).

Este topónimo de Tenerife, de indudable origen guanche, nada tendría que ver, más allá de la coincidencia de significantes, con un arroyo de la provincia española de Cáceres, también de nombre Araya, que Galmés (2000: 146) pone como ejemplo de la pervivencia en la toponimia peninsular española del prefijo celta ar- con un valor hidronímico.