Nombre de un profundo barranco de Tenerife del municipio de Candelaria, que corre al suroeste del pueblo de Igueste de Candelaria y que va a desembocar en el de Araca (GAC 114 B3). Y lo mismo en la más reciente Toponimia cartográfica de los barrancos de Tenerife (Pérez Carballo 2011: 25 B2). Y además, este mismo registro da cuenta de otro Barranquillo Chacorche en Guía de Isora (57 E1).

Al término Chacorche de Candelaria le dedica Bethencourt Alfonso una amplia referencia en su listado sobre los topónimos guanches de Tenerife. Dice: "Es un cerro que separa Igueste de Candelaria de Araya, donde están Las cuevas del Hospital de Chacorche, donde los guanches sometían a tratamiento a los enfermos. También radica en este sitio la Laja del Diablo, donde existe un paso pavoroso, como de 3 metros, que servía de prueba al valor sereno de los guanches, para atravesarlo andando sobre una lanza tendida" (1991: 414); y en otro lugar añade que aún es conocido "por Oratorio o Cuevas del Hospital de Chacorche, en Igueste de Candelaria" (ibíd.: 238). Esta misma información aparece, sin citar la fuente, como suele, en el libro que Pérez Pérez dedicó a la toponimia guanche de Tenerife (1995: 139).

También Wölfel (1996: 1017) recoge este topónimo, con el mismo nombre aunque con la referencia de "localidad", puesto que tiene como fuentes a Chil y Millares, que a su vez lo copian de Maximiano Aguilar (como también hizo Bethencourt). Apunta Wölfel para él dos paralelos bereberes: kurret "avoir sa source" y akurru "sin especificar".

Otras dos interpretaciones sugerimos. Considerando que el elemento inicial cha- sea el morfema del femenino singular, podría ponerse en relación con la voz chorche, recogida por el propio Bethencourt Alfonso como apelativo en Tenerife referida al color de las cabras: "En partes -dice-, la cabra color canelo claro; en otras, la de matiz gris amarillento; y en algunas las hoscas hacia atrás con paletas negras" (ibíd.: 279), y por tanto se trataría de un cromatopónimo. Pero puede que la estructura morfológica de este término responda al modelo ch---ch (variante t---t) de la noción del diminutivo en el bereber, y entonces el elemento léxico único quedaría reducido al segmento /cor/, y en este caso lo pondríamos en relación con otros dos topónimos de Tenerife vivos aún: Cor / Acor y Icor y con otro desparecido o no documentado en la actualidad, Chacor, citado por Bethencourt como "región en Adeje" (1991: 414). Pero de este segundo supuesto nada podemos decir respecto de su posible significado.