El término Erques aparece en dos territorios de Tenerife con una misma referencia orográfica: la de ser el nombre de dos importantes y profundos barrancos que han servido desde la época antigua como límites territoriales. El primero, en la vertiente este de la isla, entre los actuales municipio de Güímar y FAS, y el segundo, en la parte del Sur, entre los municipio de Guía de Isora y ADE. A su vez, cada uno de ellos ha desarrollado diferentes topónimos referidos a accidentes menores a ellos vinculados. El primero de ellos: una Laja de Erques y una Playa de Topuerque (GAC 127 E5), y el segundo aún más: una Playa, una Punta y una Puntilla de Erques en el municipio de Adeje (GAC 128 B3), y un Camino y una Vera de Erques en el de Guía de Isora (GAC 130 A2). A estos hay que añadir ahora una Hoya del Inquerque aportada por el último gran repertorio de topónimos de Tenerife, el dedicado a sus barrancos por Pérez Carballo (2011: 50 D2), y que consideramos vinculado al nombre principal.

Estos dos importantes barrancos Erques debieron servir de frontera entre los antiguos reinos guanches de Tenerife: el de la parte del este de la isla entre los reinos de Güímar y de Abona, y el de la parte sur entre los reinos de Adeje, por una parte, y los de Daute (y Teno) por otra, según el mapa que Elías Serra dibujó al final de su estudio introductorio sobre los primitivos Acuerdos del Cabildo de Tenerife (que reproducimos en este diccionario en la entrada Adeje). Sin embargo no aparecen tan citados en las datas de reparto de tierras y aguas que el gobernador de la isla realiza de manera inmediata al terminar la conquista de Tenerife. La única cita que encontramos en las primeras datas es del año 1556 referido al Erque de la parte del Sur, dice ese documento: "que tiene por linderos por una parte el barranco de Erque y de la otra parte el barranco de Tijoco" (Datas: doc. 1.306). Pero en este barranco de Adeje-Guía de Isora se han encontrados importantes yacimientos arqueológicos de la época guanche, y entre ellos un poblado, una necrópolis, una cantería de obsidiana y numerosos restos arqueológicos en superficie (Chávez et alii 2007), prueba de su intensa utilización antrópica.

Los dos barrancos de Tenerife aparecen en el listado de topónimos guanches de Bethencourt Alfonso (1991: 423), allí escritos con tres grafías: Erque, Herque y Xerque, faltando justamente la que en la actualidad pervive terminada en -s, y damos por cierto que Bethencourt conocía el verdadero nombre con que las gentes del lugar pronunciarían el nombre del barranco del Sur, por ser él mismo de la región de Chasna, por lo que debemos suponer que también en Tenerife existió la forma singular y que funcionó como apelativo, como apuntamos más arriba.

Para más información, ver la entrada Erque.