Ya hemos citado y comentado en la entrada Gomera, y específicamente el apartado "Presencia de La Gomera en la toponimia canaria", los casos en que este término aparece en la toponimia de La Gomera, referidos siempre a lugares caracterizados por la utilización que los aborígenes habían hecho de ellos, especialmente cuevas. De la misma manera habría que interpretar la presencia del término Gomero en las otras islas en las que aparece: Tenerife, Gran Canaria y La Palma, aunque ya no necesariamente restringido a cuevas.

En Tenerife son seis. De tres da cuenta el GAC: El Gomero, nombre de un barrio de Tegueste, municipio de Teguise (mapa 81 H1); Punta del Gomero, en la costa del municipio de San Juan de la Rambla (103 H1) y Playa del Gomero en la costa del municipio de Garafía (102 C3). Por su parte, la Toponimia de los barrancos de Tenerife da cuenta de otros tres: una degollada en el municipio de Adeje (Pérez Carballo 2011: 58 B5), una barranquillo en el de LAG (ibíd.: 11 D3) y una hoya en el de SIL (ibíd.: 28 G2).

En La La Palma son dos: Lomo de Juan Gomero, municipio de San Andrés y Sauces, y Lomo del Gomero, municipio de El Paso (tanto en las fichas de campo de Alvar como en Díaz Alayón 1987b: 556).

Y en Gran Canaria uno solo: El Gomero, un punto de la costa del norte de la Isleta en el municipio de Las Palmas de Gran Canaria (La toponimia de Gran Canaria 1997: II, 165).

Cuando, como en este caso, el término aparece en singular, el topónimo debe referirse a un personaje singular caracterizado por el gentilicio; en un solo caso de La Palma el antropónimo tiene nombre propio, Lomo de Juan Gomero, municipio de San Andrés y Sauces, pero es seguro que incluso en este caso el apellido procede del gentilicio. Conocer las razones por las que en cada caso surgió ese topónimo entra dentro de la historia local, muy difícil de determinar, y que generalmente, cuando existen, tanto pueden pertenecer a la leyenda como a la historia.