Bethencourt Alfonso había registrado este nombre en su Historia del pueblo guanche como un "roque y cuevas en la cumbre de Güímar" (1991: 426). Y en la actualidad el corpus de barrancos de Tenerife viene a confirmar el nombre como una "hondura" en el curso del Barranco del Valle de Arafo, en la parte alta de este municipio, pero con las tres posiciones de Guadameña de Arriba, de Abajo y del Medio (Pérez Carballo 2011: 33 B3), lo que equivale a decir que Guadameña es hoy el nombre de una zona, aunque sea de reducidas dimensiones y de conocimiento muy local.

A su vez, el mismo Bethencourt había dicho que el "reino" guanche de Güímar se dividía en cinco archimenceyatos, el último de los cuales era el de Guadameña, que comprendía "desde el barranco de Bedijo hasta las fronteras de Anaga y Tegueste, que poco antes de la invasión lo gobernaba el pontífice Guadameña, hermano del rey Añaterve, que fue ajusticiado por Bencomo" (1994: 84). Bien vemos que en este contexto iguala el nombre de un territorio con el de un antropónimo, pero en la cita primera había añadido que guadameña era un nombre genérico, y en efecto, así lo hace, diciendo que, según las primeras fuentes cronísticas de Tenerife, los guañameñes o guadameñes eran los grandes sacerdotes a agoreros de la sociedad guanche de Tenerife, equivalentes a los faicanes de Gran Canaria y a los adivinos de las otras islas (1991: 241 y 295).