La denominación de un lugar geográfico por el nombre de una especie vegetal se hace generalmente a través del colectivo de esa especie (tipo Pinar, Palmar o Sabinal), más raro es aunque no infrecuente por el plural del término (tipo Las Palmas), y muy raro es, aunque no imposible, que se haga por el nombre de la planta o árbol en singular. En el caso de El Orobal vimos dos topónimos en la isla de La Palma, y con el plural Los Orobales hemos documentado siete topónimos, cuatro en Gran Canaria y tres en Tenerife. En este caso, los topónimos en singular de La Palma coinciden con el colectivo que pudiera formarse a partir del positivo orobal y quizás por eso su aparición como tal.

Tanto los de Gran Canaria como los de Tenerife están en zonas muy diversas de sus respectivos territorios insulares, por lo que con razón se dice desde la ciencia botánica que la especie se da tanto en zonas del norte como del sur de las islas que no sean especialmente áridas. En Gran Canaria, la Cañada de los Orovales y el Lomito de los Orovales están en la cabecera del Barranco de Tasartico, en el municipio de La Aldea de San Nicolás; la Hoya de los Orovales en el valle de El Risco, entre Agaete y La Aldea, municipio de Agaete; y Los Orovales al este del pueblo de Teror, municipio de Teror (todos ellos en La toponimia de Gran Canaria 1997: II, 244). En Tenerife, los tres topónimos llevan el solo nombre de Los Orobales, uno en el municipio de Santa Cruz de Tenerife, en la vertiente oeste de la sierra de Anaga, cerca Roque Adorno (GAC 78 C5), otro al este del Puerto de la Cruz, lindando con el municipio de La Orotava (GAC 107 E2), y el otro al noroeste del pueblo de Granadilla de Abona (GAC 131 F4). Además, en el último registro de la toponimia de los barrancos de Tenerife se añade un Barranco de los Orobales como un tramo del principal Barranco del Carrizal o de las Aneas, en el municipio de Buenavista del Norte (Pérez Carballo 2011: 28 B5).

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