Nombre de un barranco de Buenavista del Norte, según se documenta en el corpus de barrancos de Tenerife (Pérez Carballo 2011: 35 E2), sin que tengamos otros registros modernos de este topónimo.

Pero el término Acara aparece en las fuentes de topónimos guanches de la segunda mitad del siglo XIX. Primero en Álvarez Rixo (1991: 54) como "cierto pequeño risco al O. de dicha isla [Tenerife]" y después en Chil y Naranjo (2006: 283), Millares Torres (1980: 316) y Bethencourt Alfonso (1991: 396), en los tres con la sola indicación de "riscos", sin más datos localizadores, puesto que los tres copian la lista de Max. Aguilar.

Con tales antecedentes entra en los Monumenta de Wölfel (1996: 913), quien lo compara con Guantacara, "rey de Teno", según invención del poeta Antonio de Viana, y con Acarona, caserío de Candelaria, que -dice- puede ser la forma plural de Acora. Ni uno ni otro se conservan hoy en la toponimia de Tenerife. Pero dice Wölfel que, si bien Acara es parecido a Guantacara, "no puede ser el mismo..., dado que el sitio no corresponde". Pero bien se ve que en las documentaciones que Wölfel toma como fuente no se precisa el lugar. Con todo, compara los tres términos con el bereber taukart, con el significado de 'colina', diciendo que es "un paralelo ajustable".

Aunque sin vincular el nombre de ese "rey de Teno" Guantacara con el topónimo Acara, con mayor precisión da noticia de ese personaje Bethencourt Alfonso y lo hace coincidir con el lugar que ocupa el topónimo. Dice que ese Guantacara fue "archimencey" y no "rey" de Teno, del reino de Daute, en la época de la invasión española, que era hermano del "mencey" Romén y según la leyenda hombre de carácter imperativo, irritable y "pronto a vías de hechos" (1991: 347).