Acusa
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https://hdl.handle.net/11730/guatc/38
Nombre de una amplia comarca del centro y de la cumbre de Gran Canaria, en el municipio de Artenara, situada en una gran mesa a unos 1.200 m de altitud, y dentro de la cual existen dos poblados con los nombres de Acusa Verde y Acusa Seca, diferenciados por la orientación que cada uno de ellos tiene al Noroeste y al Sureste, respectivamente, lo que hace que tengan climas y vegetación bastante diferenciados.
Estos dos poblados, hoy con muy pocos vecinos permanentes, se caracterizan por la gran abundancia de cuevas excavadas en las paredes de sus riscos a las que se acceden por intrincados pasillos y escaleras, y que son continuación de la vivienda de los aborígenes, hasta el punto de constituir dos conjuntos trogloditas de interés histórico. En algunas de estas cuevas se encontraron en tiempos pasados importantes restos guanches y de ellas se extrajeron varias momias depositadas sobre tablones de tea, incluso había cuevas decoradas con las típicas pinturas y figuras geométricas aborígenes. En definitiva, el lugar de Acusa contenía las características necesarias para convertirse en un asentamiento poblacional permanente de los primitivos canarios: tierras aptas para el cultivo, forraje para el ganado, existencia de agua y fácil defensa. Tenía además una posición estratégica, pues desde allí se divisa y controla toda la inmensa cuenca de Tejeda y es en realidad una fortaleza natural, una "mesa" limitada por brechas y caídas verticales sobre el Barranco Grande de Tejeda.
El término Acusa, a su vez, ha producido otros dos topónimos secundarios bien conocidos, como son la Cruz de Acusa y la Mesa o Vega de Acusa, situada esta en el único espacio relativamente llano y amplio que hay en toda la caldera de Tejeda.
De entre las citas antiguas del topónimo, la más interesante es la que aparece en la relación de nombres aborígenes de Gran Canaria proporcionada por Andrés Bernáldez, el cronista de los Reyes Católicos, a finales del siglo XV: Aracuzem la nombra y la señala entre los 35 "lugares y aldeas" que tenía Gran Canaria al tiempo de iniciarse la conquista (cit. Morales Padrón 1978: 515). De ellos, 18 empiezan por el morfema ar-, es decir, más de la mitad, lo que demuestra la categoría morfológica de ese elemento inicial, con el significado de 'lugar de'. Pero hay más. En la Descripción histórica y geográfica de las Islas de Canaria de P.A. del Castillo, en 1739, se alaba la calidad de los productos que dan estas tierras: "Los granos de estos terrenos [de Acuza y Artenara -dice-] son los de más peso y sustancia de esta isla, aunque pocos, por lo quebrado de su territorio; siendo para la cría de ganados como Tirajana y Tejeda" (2001: 207). Y la importancia de las tierras de este lugar para la agricultura y la ganadería se refleja en el libro de Repartimientos de Gran Canaria en donde aparece en dos documentos de la primera mitad del siglo XVI con los nombres de Acusa y Alcusa (Ronquillo y Aznar 1998: 88 y 207).
La vinculación de este pago de Acusa con Artenara es permanente en todas las citas, desde el siglo XVIII. Así, en la Descripción Geográfica de las Islas Canarias de Antonio Riviere se dice que el poblado de Alcuza tenía 2 vecinos en 1740, dentro de la demarcación de Guía, pero figura también en la demarcación de Gáldar junto a Artenara, juntando entre las dos poblaciones 165 vecinos (Riviere 1997: 142). Una anotación curiosa, pero verdadera, dice de Acusa el franciscano ilustrado de Tenerife Dámaso de Quesada en el último tercio del siglo XVIII: que todas sus "habitaciones, hasta la iglesia o hermita" son cuevas y que no hay en ella ni una sola casa (2007: 131). Finalmente, en el Diccionario de Madoz, a la mitad del siglo XIX, lo único que se dice de Acusa es que es uno de los barrios que componen la feligresía y ayuntamiento de Artenara (1986: 37).
El prefijo ara- con que se inicia el registro antiguo tiene para Wölfel (1996: 858) dos interpretaciones: bien como are-, bien como ara-, pero no dice las diferencias que ello reportaría en el significado, ni dice tampoco nada del elemento léxico de Acusa. Una interpretación totalmente caprichosa es la que ofrece Admed Sabir de este topónimo (2001: 304-307) basándose en un texto de la conquista de Gran Canaria en que se dice que los canarios aborígenes, por falta de mantenimientos, subieron a la fortaleza del Bentaiga, que está en la comarca de Acusa y de Texeda, "onde se proveieron de mantenimientos" (el texto pertenece a la crónica de Sedeño, cap XI: Morales Padrón 1993: 362). De ahí deduce Sabir que Acusa significa 'escala' o 'abastecimiento en mantenimientos' y lo pone en relación con el nombre de la ciudad del Sur de Marruecos Tagaost, que fue lugar de aprovisionamiento de las caravanas comerciales.
Desde un punto de vista más lingüístico, el topónimo grancanario podría estar emparentado con el radical KS del bereber con el valor de 'pastorear'. Términos próximos fonéticamente aparecen frecuentemente en la toponimia del Alto Atlas como complementos de un término nuclear remitiendo a diferentes formas de relieve. Por ejemplo, a una desembocadura, entrada o salida a un lugar: Imi n Ikkis en Ayt Gayer; a un curso de agua: Oued Ari n Ikkis en la localidad de Ghris, Asif n Ikkis en Urika; Oued Ikkis es un afluente de Asif Imtero; Oued Kiss, por aférisis, es un pequeño afluente de la Muluya; Taurirt n Ikkis es una montaña de Ghegaya de 3.258 m de altitud; Tizi n ikkis una cumbre de 2.416 m, etc. Son diversas las formas morfosintácticas que puede tener, sea por medio de la prefijación o de la sufijación. Por prefijación de m-: Ouad Mikkes es un afluente del río Sebou entre Fès y Meknès; por prefijación de ti-m- y sufijo -t: Timkist es el nombre de un pueblo de Ayt Tamestint; desde el prefijo de singular masculino a- más la preposición s- (equivalente al español 'de') se formó Assikis, nombre de un pueblo en el valle Adrar Ausseli, a 2.903 m de altitud; del prefijo arcaico de singular masculino wa- y del nexo prepositivo -n-, más sufijación de -a, tenemos Wankisa, que es una forma arabizada del nombre de una localidad de Tifnut. Y con sufijación del elemento deíctico de lejanía -an, tenemos Djebel kissan, que es el nombre de una montaña del Atlas Mediano; el punto más elevado del Anti Atlas, a 2.376 m de altitud, toma el nombre de Adrar kest, por sufijación de -t. Una forma simple como Kes figura como complemento en Idau Kis, pueblo de la localidad de Indouzal (cerca de Taroudant). Es de suma importancia tomar en consideración que estos nombres, así como sus derivados, se relacionan en su totalidad con lugares donde predomina la orografía de un curso de agua, o bien de un valle. El significado general de este término puede relacionarse con la voz del tuareg etekes, con el significado de 'ampliación de un valle' cuya pendiente es débil y provoca el estancamiento del agua, donde se produce abundante vegetación, y con la voz akasa 'hierba fresca y abundante' (Foucauld 1951: 909; y Laoust 1939: 35-36). De ahí que sea coherente el sentido de 'lugar de pastoreo' del radical KS del bereber, lo que se ajusta plenamente a la orografía del Acusa grancanario y a la utilización que tuvieron en época guanche de aquellos pagos.
Una explicación similar ofrece De Luca (2004: 189): la misma raíz verbal KS 'pastar el ganado' y la voz a ksa del tahaggart con el significado 'tierra de pasto'. Esta etimología la extiende también este autor para Articosia de Tenerife (en realidad Articosa) y Benicosa de El Hierro. Distinta explicación da Rodríguez-Dincourt (2014) al relacionar Acusa con la voz tuareg ekkous con el significado de 'cálido, caliente'.
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