Con estas dos variantes se nombra una gran baja del extremo occidental de la isla de El Hierro, en la zona del Berodal y perteneciente al municipio de Frontera, separada de la costa por unos 500 m. Ambos nombres los recogimos de la tradición oral (Trapero et alii 1997: 115) y pueden explicarse el primero conservando el prefijo a- del masculino singular y el segundo con la aféresis, como tantas otras parejas de variantes de la toponimia canaria de origen guanche.

En los mapas militares, que es el único registro anterior al nuestro, se la nombra Baja de Ancón, lo que evidencia o una mala audición o una falsa interpretación a partir de la voz ancón, que si en verdad es término específico de la toponimia canaria lo es solo en accidentes situados en zonas de riscos, nunca en una baja marina.

No encontramos referencia alguna a la condición de guanchismo de este topónimo, pero es indudable que lo es. Además, sobre esta baja se ha formado una leyenda popular, que algunos de nuestros informantes herreños todavía recuerdan, en la que un joven bimbape desdeñado por su amante se despeñó desde sus afilados bordes, y el joven se llamaba Anacón, de donde tomó el nombre la baja.¹