Tres son los topónimos de La Palma que llevan este nombre, solidarios entre sí y cercanos al pueblo de Tijarafe, municipio de Tijarafe (Díaz Alayón 1978b: 419): la zona así llamada, un pino notable del lugar y una Cruz de Arujo que no sabemos si se refiere a la existencia del signo cristiano o a un cruce de caminos.

Pero también en la toponimia de Tenerife se encuentra este término. Bethencourt Alfonso lo había registrado como nombre de una "región en San Miguel" (1991: 407) y el más reciente corpus de topónimos de Tenerife como el nombre de un barranco que corre por la parte norte de San Miguel de Abona (Pérez Carballo 2011: 64 B3). Y para mayor nombradía de este término se han encontrado modernamente en las laderas de este Barranco Arujo unos interesantísimos grabados rupestres representando los que se han llamado "dameros guanches", una especie de cuadrados con relieves rectilinios cruzados que se han interpretado como juegos con una larga tradición histórica también en las regiones continentales del Magreb.

Salvo la cita de Bethencourt y la apreciación de Manuel Alvar en sus fichas de campo de La Palma, no encontramos esta palabra en ninguno de los registros habituales sobre voces guanches, tampoco en Wölfel, por lo que no contamos con ninguna interpretación precedente. Nuestro colaborador Abrahan Louth cree que más que el prefijo ar-, el elemento morfológico es el artículo a- del masculino singular seguido del componente léxico rujo, pero sin explicación.