Aseitún
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https://hdl.handle.net/11730/guatc/414
Reunimos en esta entrada la explicación a los términos toponímicos Aseitún, Aseituna, Aseitunal y Aseituno, todos ellos de Fuerteventura.
Si interpretáramos estos términos tal cual aparecen escritos en la cartografía de las islas en que se registran o en cualquier otro soporte escrito, siempre con c (Aceitún, Aceituna, etc.), nos llevarían a considerar como vinculados a la palabra española aceituna, procedente del árabe az-zaitûna 'la oliva'. Mas la pronunciación insular (siempre con [s]), la geografía en que están situados estos topónimos y la reiteración con que aparecen nos llevan a desconfiar de ese étimo. De la misma manera, y por idénticas razones, descartamos que el término originario de toda la serie de topónimos canarios sea el adjetivo aceituno, que en Gran Canaria tiene el sentido 'de color negro o casi negro, con alguna mancha marrón', aplicado a las reses. Por el contrario, nosotros creemos que detrás de esta serie de términos de apariencia tan hispana subyace un étimo guanche, acomodado al español unas veces por la escritura y otras por la etimología popular. Por ello proponemos escribirlos en todos los casos con s.
Teniendo en cuenta los tres registros principales que tomamos como fuente actual de la toponimia de Fuerteventura, a saber: las fichas de campo del equipo dirigido por Manuel Alvar en su recogida de la toponimia de la isla en los años primeros de la década de 1970, la Toponimia de Fuerteventura del Cabildo insular, fruto de la también recolecta toponímica de la isla efectuada entre 1987 y 1991 por un equipo coordinado desde el Cabildo (dirigido por Francisco Navarro Artiles), y el Gran Atlas de Canarias (1997), registramos más de 20 topónimos en Fuerteventura que llevan alguno de estos términos, pertenecientes a tres municipios: Puerto del Rosario, Betancuria y Tuineje. En la Toponimia del Cabildo, al igual que en el GAC, aparecen todos ellos escritos con c, pero en las fichas de Alvar, en donde se representa siempre la transcripción fonética que oyeron de sus informantes, aparecen transcritos como [laseituná:], en la identificación de El o La Aseitunal, y [el-aseitú:], que tanto puede representar El Aseituno o El Aseitún, pero con la advertencia de que nunca aparece la -o final, sino solo [aseitún]. Y en el conjunto de todos los registros alternan casi en la misma proporción tanto la forma Aceitún como Aceituno. En cualquier caso, la pronunciación es siempre con /s/, como no puede ser de otra forma ante el generalizado seseo de las hablas canarias, por lo que la escritura con /c/ no puede considerarse más que como forma hiperculta que pretende subsanar ese fenómeno lingüístico canario. Pero claro está que si el étimo no es español no tiene por qué suponerse ese fenómeno. Por eso nosotros los escribimos todos tal cual se pronuncian, por la creencia que tenemos de que detrás de estos topónimos no está el español aceituna, sino un étimo prehispánico. Por lo demás, es lo más probable que la forma original sea Aseitún y que Aseituno se formara por la añadidura de la paragoge -o por etimología popular, y que desde este se formara el colectivo Aseitunal. Una cuarta forma aparece en el topónimo Los Aseitunes, como una parte de la Vega del Río Palma, en el municipio de Betancuria (Toponimia de Fuerteventura 1999: I, 35), cuyo final anómalo apunta hacia una forma anterior no muy bien identificada.
Estos son todos los topónimos recopilados en Fuerteventura con indicación de las variantes, si las tienen, y el municipio al que pertenecen:
Topónimo | Variante | Mun. |
Aseitunal, El | | PRO |
Aseitunes, Los | | BET |
Aseituno, El | | BET |
Baja del Aseitún | | TUI |
Barranco del Aseituno | | BET |
Boca del Aseituno | | TUI |
Callao del Aseitún | | TUI |
Fuente del Aseitunal | | PRO |
Llano del Aseituno | | BET |
Lomo del Aseituno | | BET |
Majada del Aseituno | | BET |
Majada del Aseituno | Bco. de Majada del Aseituno | TUI |
Morro del Aseitunal | Morro del Agua Salada | PRO |
Morro del Aseituno | | BET |
Norte del Aseitunal | | PRO |
Pico del Aseitunal | | PRO |
Playa del Aseituno | Playa del Aseitún | TUI |
Punta del Aseituno | Punta del Aseitún | TUI |
Tablero del Aseituno | | BET |
Tablero del Aseitún | Tablero del Aseituno | TUI |
Valle del Aseituno | Valle del Aseitún | BET |
Valle del Aseitún | Valle del Aseituno | TUI |
La geografía de los lugares así llamados y la recursividad con que aparecen estos términos hacen muy improbable, por no decir imposible, la interpretación del español aceituna. Primero, porque, que se sepa, nunca en Fuerteventura en épocas antiguas han existido olivos y en tal cantidad que justificaran tantos topónimos. Segundo, porque los lugares así denominados son, en la mayoría de los casos, ajenos a todo tipo de vegetación, y menos de cultivo, como pueden ser las montañas o las costas de mar. Tercero, por la cantidad de topónimos que tienen esos nombres, repartidos por una gran parte del territorio insular. Y cuarto, la presencia casi exclusiva de estos términos en la toponimia de Fuerteventura, pues si en efecto esos términos hicieran referencia al cultivo de los olivos deberían estar también, y en igual proporción, en la toponimia de otras islas del Archipiélago, pues con seguridad ese cultivo no hubiera podido ceñirse a aquella sola isla.
El segundo punto mencionado nos parece determinante, pues, en efecto, los lugares así llamados en Fuerteventura son o montañas o picos, o morros o barrancos o playas o accidentes costeros. Tres lugares pueden ejemplificar lo que decimos. El primero, El Aseitunal, es una montaña totalmente pelada de 686 m de altura, en el municipio de Puerto del Rosario (GAC 222 C2), dentro de la cual está la fuente del mismo nombre y en su vertiente del norte el topónimo Norte del Aseitunal. El segundo, la Playa del Aseitún, es, como el topónimo indica, una playa al suroeste de Gran Tarajal, municipio de Tuineje (GAC 240 D2), con sus correspondientes Punta y Baja del Aseitún. Y el tercero, el Barranco del Aseituno, en descripción de Madoz, a mitad del siglo XIX, es "una pequeña cañada que se prolonga hacia el interior i hora poco más o menos, metida entre los cerros que se levantan por todos lados, escepto (sic) por la parte que mira al mar" (1986: 37), en el municipio de Betancuria. Un Balle del Azatuno señaló Antonio Riviere en el mapa que dibujó de la isla en 1741, en la costa, entre los puertos de Gran Tarajal y Tarajalejo, que debe corresponder con la actual Playa del Aseitun.
Otros dos topónimos hay en Canarias que llevan el término Aceituna (así escritos en ambos registros): Las Aceitunas, en La Palma, municipio de Los Llanos de Aridane, en la zona de Las Manchas (Díaz Alayón 1987b: 404), y Pico la Aceituna, en Lanzarote, en los altos de Femés, municipio de Yaiza (Trapero y Santana 2011: 255, y GAC 269 E2), que nos atrevemos a considerar de la misma forma que los topónimos majoreros, especialmente el lanzaroteño. Este Pico la Aceituna o de las Aceitunas aparece en un documento de 1797 como Pico del Aseituno (Quintana y Perera 2003: 236), cuya escritura refleja de manera más cercana la verdadera naturaleza del topónimo; después, este lugar es uno de los picos o cumbres de la sierra de Los Ajaches, de 482 m, absolutamente falto de vegetación alguna, mucho menos de árboles; por el contrario, en la exploración que del lugar hizo Agustín Pallarés (2014: 32) en los primeros años 80 del siglo XX todavía se veían restos de construcciones de piedra seca de apariencia muy antigua y trocitos de cerámica, a la vez que pedacitos de hueso y conchas de moluscos marinos, todo ello muy degradado, pero todo de indudable factura aborigen. Nada pues que ver ni con nuestras aceitunas ni con los árboles que las producen.
Hay otro dato que se nos antoja revelador en la toponimia de Fuerteventura: el topónimo Oliba o La Oliba que da nombre a una población a la vez que a todo el territorio municipal del norte de la isla (y que nosotros escribimos con b por las razones que damos en su entrada correspondiente). Si tanto este topónimo como todos los otros denominados Aseitún fueran de origen español y por tanto se refirieran a una misma motivación designativa, la vinculada al cultivo de los olivos, no habría cómo explicar esa disparidad denominativa. Tampoco si uno fuera de origen prehispánico y los otros hispánicos, pues el término aborigen habría quedado en el repertorio lingüístico de los nuevos pobladores de la isla. Por tanto, ambos términos, Aseitún y Oliba, deben de pertenecer al sustrato guanche y tener etimologías independientes.
Ninguno de los términos que tratamos en esta entrada aparece en los Monumenta de Wölfel, bien porque no los considerara guanchismos, bien porque no figuraran en los registros que él tuvo por fuente. Y tampoco aparecen en los diccionarios dialectales canarios. El DDECan da cuenta de aceituno como 'color negro o casi negro', dicho de las reses en Gran Canaria, que en absoluto puede ser aplicable a los topónimos citados.
¿Cuál pudo ser el significado de estos nombres de Fuerteventura? En los Acuerdos del Cabildo de esta isla hay varias referencias a los aceitunos como árboles, y desde los primeros registros en el siglo XVII. Así, en uno de 1615 se dice: "Acordóse que, so pena de 10 ducados y 20 días de cárcel, ningún vecino corte chaparros ni aceitunos ni ramajes sin licencia, ni tampoco tarajales" (Roldán y Delgado 2008: I, 127). Y en otro de 1676: "Acordaron que nadie corte aceitunos ni tarajales sin licencia, y por tener noticia el Cabildo que la mata de la Torre la tienen destrozada, se apercibe no se corte madera sin licencia..." (ibíd.: I, 713).
Estas citas plantean varios interrogantes. Primero, ¿qué clase de árboles eran esos cuyo nombre no ha pervivido en la dialectología canaria? El DLE registra el término aceituno como sinónimo de olivo, sin precisar las áreas dialectales en que así ocurre; y el término aceitunillo como nombre de un árbol de las Antillas; o sea, que en ninguno de los dos casos del diccionario académico puede desprenderse la referencia que conviene a los textos de Fuerteventura. Segundo, ¿puede asegurarse que el nombre de esos árboles "aceitunos" sea el que esté detrás de los topónimos de Fuerteventura aquí estudiados? Y tercero, esos "aceitunos" de los Acuerdos de Fuerteventura no pueden ser los que hoy llamamos acebuches, pues estos aparecen con su propio nombre en esos textos y aún con mayor frecuencia que los "aceitunos". El auxilio de los botánicos especializados en la flora canaria deberá venir para dilucidar estos interrogantes, pero podemos asegurar, con la autoridad que en estas materias nos proporciona el Diccionario de historia natural de Viera y Clavijo, que en Canarias "no hay duda que el acebuche es la especie primitiva de la variedad de olivos" (2014: II, 260), cosa que ahora puede probar científicamente la moderna botánica con procedimientos de laboratorio y de ADN.
En apoyo de la hipótesis guanche de la serie de términos toponímicos de Fuerteventura juega el hecho de que el segmento léxico común que subyace es aseite, y este se reproduce íntegramente en otros tres registros de la toponimia del Archipiélago: Aseite en La Gomera, Cagaseite en Fuerteventura y Tamaraseite en Gran Canaria, escritos todos ellos según su verdadera pronunciación, y nadie duda de la naturaleza prehispánica de estos.
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