Con este nombre se conoce (o conocía) en Igueste de Candelaria, Tenerife, una cueva sepulcral en la que se han encontrado objetos de adorno fabricados sobre conchas con un orificio central (Chávez et alii 2007: 178). También Bethencourt Alfonso cita este Chavaso (sic) como una "región en Candelaria, bajo del Pico del Diablo, en Igueste" (1991: 417).

Las dos citas anteriores son las únicas en las que encontrábamos este término, por lo que no sabíamos si seguía vigente o era ya un topónimo perdido en la tradición oral. Hasta que muy recientemente el Rescate de la toponimia cartográfica de los barrancos de Tenerife (Pérez Carballo 2011: 25 D4) lo ha vuelto a documentar con reiteración.

El origen guanche de este término nos parece indudable, pero además sirve para garantizar el mismo origen de otro topónimo de Tenerife que nos ofrecía dudas: Montaña de Baso, en el municipio de El Tanque, este por la pérdida del prefijo cha-, variante del artículo femenino singular del bereber, muy característica en la toponimia de Tenerife y de La Gomera. Por tanto, el elemento léxico baso de ambos topónimos, de este barranco de Candelaria y de la montaña de El Tanque, podría ponerse en relación con el término basa, que en El Hierro sigue siendo el apelativo de uso común para la pinocha, el follaje caído de los pinos, aunque no vemos que la región de Igueste de Candelaria sea zona de pinares.