En la actualidad Cherjo es el nombre de un barranquillo que corre por los municipios de San Miguel de Abona y de Granadilla, en el Sur de Tenerife. Como tal aparece en el corpus de barrancos de la isla de Pérez Carballo (2001 69 E1), pero como "Valle de Cherjo" lo registró Bethencourt Alfonso a finales del siglo XIX o principios del XX, diciendo que así se llamaba "la parte baja del caserío del Charco del Pino (Granadilla) hasta fines del siglo XVII" (1991: 418).

Entre las documentaciones antiguas de este topónimo no solo está la de Bethencourt. Justo por haber sido el nombre de un caserío o casa de labranza aparece en el Diccionario geográfico de Pedro de Olive de mitad del siglo XIX y en los nomenclátores de poblaciones de Canarias de finales de ese siglo. También en el registro de topónimos de origen guanche de Maximiliano Aguilar, aunque aquí con el nombre cambiado (o simple errata) de Chergo, que Chil y Naranjo (2006: 293) corrige por el verdadero de Cherjo, y que copia después Millares Torres (1980: 318).

Con todas estas referencias (salvo la de Bethencourt) aparece en los Monumenta de Wölfel, quien, sin embargo, da por variante más legítima la de Chergo y sobre ella propone el paralelismo de las voces bereberes ereg / rakk 'estar encendido', terege 'incendio', erg 'estar iluminado' y reg 'estar caliente', incluso la voz argi del vasco, que significa 'luz'. Pero la forma del topónimo tinerfeño es Cherjo y no Chergo, como expresamente corrige Chil, que Wölfel no tiene en cuenta, y es la que ha pervivido en la tradición oral. Por tanto ha de buscarse otra etimología y otros paralelos léxicos. Los más cercanos que nosotros hallamos en la toponimia canaria son Erjos en Tenerife y Ajerjo en La Palma.