Nombre de un tramo del Barranco de la Tapia entre los municipios de Arafo y de Candelaria. Así aparece en los mapas de la toponimia de barrancos de Tenerife (Pérez Carballo 2011: 25 A5).

Este topónimo no aparece en el GAC, pero sí el término Chinambroque en los Monumenta de Wölfel (1996: 1042) a partir de las citas de Chil y de Millares, que tomaron de Max Aguilar, pero como el nombre de un roque. También lo cita Bethencourt Alfonso, y no desde su propio conocimiento del terreno sino por la misma fuente de Aguilar, lo que resulta raro que se le hubiera "escapado" un nombre tan auténticamente guanche, y tan sonoro, a quien tanto celo puso por catalogar los verdaderos nombres de origen prehispánico que sobrevivían en su época en su propia isla de Tenerife.

En la interpretación de este nombre, deduce primero Wölfel que el elemento inicial chi- es el prefijo ti- del femenino singular, se pregunta después si el segmento final -que es el mismo -(i)co de otros topónimos (no dice cuáles, pero bien podrían ser Arico, Guarchico, Garachico, Chiñico y otros muchos), y finalmente da por seguro que el segmento mambro significa 'roque' o 'montaña', puesto que todos los topónimos canarios que lo llevan (además de este Chinambroque, el Anambro de la Sierra de Anaga y el Nambroque de La Palma), aunque tenga que lamentar la falta de voces bereberes que pudieran servir de paralelos perfectos para confirmarlo.

Todas estas consideraciones del investigador austriaco nos parecen pertinentes. Damos por cierta la primera, por muy verosímil la segunda, aunque no tengamos elementos de juicio suficientes para confirmarla, pero muy aventurada la tercera. Es cierto que los tres topónimos designan elevaciones relevantes dentro de sus respectivos contornos, pero nos parece insuficiente elevar esa coincidencia geográfica a la categoría de significado lingüístico. Por lo demás, debería decirse que el segmento léxico a considerar aquí tanto pudiera ser mambro como nambro, pues como variantes funcionan en algunos de esos topónimos.