Topónimo de Tenerife que da nombre a una montaña y a una localidad cercana a ella en la parte sur del Valle de San Lorenzo, cerca de otro poblado de nombre Guasa, municipio de Arona (GAC 136 C2).

Destaca la extrema brevedad del nombre, pero esto no es raro en la toponimia canaria de origen guanche; son muchos los casos que podrían citarse, incluso de una sola sílaba, como es el caso, y pertenecientes a todas las islas, como son Sís, Soo, Ten, Ye, Jar, Sí, Juel, Cres, Jis, Mol, Nis, etc.

Hay que descartar la homofonía de este topónimo con el canarismo cho, resultado apocopado de señor o de tío > tió > cho, en cualquier caso, fórmula de tratamiento popular para personas mayores de edad y varones. Pero es impensable la configuración de un topónimo con un elemento lingüístico no autónomo como lo es este segundo cho, que requiere siempre de un antropónimo concreto.

Asímismo, a pesar de la casi igualdad en el significante, y de que ambos son poblaciones del Sur de Tenerife, no debe confundirse este Cho de Arona con el Chío de Guía de Isora. Este segundo cuenta con referencias bibliográficas antiguas y aparece en todos los listados de poblaciones de la isla con nombre guanche desde la cita primera de Viera y Clavijo, pero el Cho de Arona solo aparece desde el Diccionario de Olive a mitad del siglo XIX y en Álvarez Rixo, Chil, Millares y Bethencourt Alfonso.

Y sin embargo Wölfel (1996: 980) los identifica como una misma palabra, porque desconoce la verdadera pronunciación del Chío de Isora, que supone también monosilábica; en cualquier caso, dice, guarda alguna relación con otro topónimo de Tenerife que transcribe como Hio, inexistente o del todo desconocido. O sea, nada.