Si traemos este nombre a este diccionario de guanchismos es porque creemos que debajo de él existe una voz primitiva transformada por etimología popular. El topónimo en que aparece es Caideros de Daniel, en el curso alto del Barranco de Güigüí Chico, en Gran Canaria, municipio de La Aldea de San Nicolás (La toponimia de Gran Canaria 1997: II, 143).

Otro topónimo existe con el nombre de Daniel en este mismo catálogo de la toponimia grancanaria, Cruz de Daniel, pero este a diferencia del anterior, es más previsible que se refiera a un antropónimo, tanto por el término genérico al que designa como a la zona en la que está, en las cercanías de Fataga, municipio de San Bartolomé de Tirajana, una zona poblada, por tanto. Sin embargo, los Caideros de Daniel están en la zona más riscosa y atormentada de la isla de Gran Canaria, fuera de toda actividad humana productiva, por lo que es muy poco previsible que sea un antropónimo el que sirva para dar nombre a un accidente como unos "caideros".

No podemos asegurar que esta interpretación nuestra sea la verdadera, pero es la que nos parece más verosímil. Y desde ella podemos suponer que debajo del actual Daniel debió existir una voz parecida a Aniel, y esta sí la encontramos como topónimo cierto y voz viva en la toponimia de Tenerife: un Barranco del Lomo Arniel o Aniel, a cuya entrada remitimos.