Nombre de un paraje de Gran Canaria perteneciente al municipio de Ingenio. Fue una importante zona de regadío en las cercanías de Aguatona, razón por la que consta en numerosas escrituras relacionadas con la propiedad de la tierra, a la vez que punto referencial de la zona. Es topónimo que no aparece ni en el GAC ni en La toponimia de Gran Canaria (1997), pero Sánchez Valerón lo ha rescatado en su libro sobre la toponimia de Ingenio (2007: 168-169).

La documentación acopiada por Sánchez Valerón va desde 1549 hasta 1915 y en ella se suceden o alternan las siguientes escrituras del topónimo, puestas en orden alfabético por nosotros: Desguinses, Desguinzes, Enguinces, Enguinses, Enguinzes, Enguises, Enquinzes, Esguince, Esguinces, Esguinses, Esguinzes y Guinses, para concluir que el topónimo y la zona que ocupaba están en la actualidad prácticamente olvidados y que solo algunos lo recuerdan con el nombre de Los Enguises.

Un término con tal cantidad de escrituras no puede ser sino extraño a la lengua común de quien los escribe. De quien los escribe y de quienes lo pronuncian, pues si bien hay grafías que solo afectan a la escritura, como es esa permanente variación del fonema /s/ de la última sílaba: s/c/z, que manifiesta la indecisión de los escribanos que creen es un hecho del seseo canario, hay otros fenómenos que sí afectan a la identidad del lexema, como es la alternancia de n/s de la primera sílaba, la prótesis de las formas que empiezan por D-, la aféresis en la variante Guinses, la alternancia en solo caso de las velares g/k en el caso de Enquinzes y el singular de Esguince atraído por etimología popular hacia el término homónimo español.

A partir de todas estas variantes creemos estar ante un étimo guanche que cuenta con un paralelo casi perfecto en la toponimia de Fuerteventura: Esquinso, tan repetido allí en los municipios extremos de La Oliba y Pájara, y posiblemente con el Esquinsuela de Lanzarote. Y ellos muy posiblemente relacionados con el apelativo esquén, a cuya entrada remitimos.