Famara
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https://hdl.handle.net/11730/guatc/1277
Famara es quizás el término de la toponimia de Lanzarote que en la actualidad nombra a un mayor número de accidentes. Según nuestra recolección (Trapero y Santana 2011) son los siguientes, ordenados alfabéticamente:
Bajas de Famara: un conjunto de escollos de rocas que quedan al descubierto en marea baja a unos 500 m de la costa del Risco de Famara.
Boca de Famara o Bahía de Penedo1.
Caleta de Famara o de la Villa: el segundo es el nombre alternativo que tiene el poblado tradicional que desde antiguo existe en la playa: el de Famara por delegación del topónimo zonal, y el de la Villa por referencia a Teguise, que fue históricamente "la Villa" de la isla y de donde procedían los primeros habitantes del pueblito de Famara.
Charco del Risco de Famara.
Cortijo de Famara, situado en la parte baja del gran risco.
Costa de Famara.
Cumbre de Famara.
Estanque de Famara.
Famara o Macizo de Famara, el nombre más general de todo el macizo.
Finca de Famara o Casas de Famara, un mínimo poblado que hay en la parte baja e interna de la gran depresión que cae desde el Risco de las Nieves.
Galería de Famara.
Majada de Famara.
Las Palmas de Famara2.
Playa de Famara.
Rincón de Famara, nombre que toma la parte más baja y arrinconada del risco de las Nieves.
Risco de Famara o simplemente El Risco.
Urbanización Famara, una moderna urbanización turística que se ha desarrollado en la parte más al este de la playa.
Y si atendemos a la documentación histórica de la isla, a ellos habría que añadir alguno más, como el Barranco de Famara (hoy Barranco de la Poceta), descrito en un texto del siglo XVII: "desde arriba a lo alto del risco al barranco abajo, con la madre del agua, charcos y con la poceta, con su chafariz que está debajo de la poceta, y el barranco hasta dar a la mar. Todo el cual barranco, fuentes y pozo es del pueblo desde la antigüedad"; y además que "la huerta y casa de Famara y un pozo en Famara y su término en el Rincón que dicen de Famara" eran parte de las propiedades del Marqués de Lanzarote (Bruquetas 2000: 26).
Determinar cuál fue el primer accidente que tuvo el nombre de Famara es imposible, aunque verosímilmente debió serlo el risco entero, es decir el macizo que se levanta abruptamente desde la playa y se prolonga hasta la Punta de los Fariones, pues no de otra forma podría explicarse que este nombre califique a tantos accidentes puntuales tan diversos y tan distantes entre sí. Se trata, por tanto, de un macrotopónimo, es decir del nombre de un territorio de gran extensión: Famara designa un "macizo" entero, el que tiene la isla de Lanzarote en su parten NO, desde la Caleta de la Villa hasta la punta extrema de Los Fariones, formando el mayor acantilado de la isla, que por la cara que da al mar recibe el nombre de Risco de Famara. Y justamente en la parte más alta del risco se registra la mayor altura de la isla, en las Peñas del Chache, con 670 m. La parte baja del risco, en su comienzo, en el Rincón de la Caleta (de la Villa o de Famara) fueron tierras que se reservó el Marqués de Lanzarote para sí, por cuanto allí desembocaban las aguas que bajaban por todo el barranco, y dentro de él se formaban charcos de gran provecho, y existía además una fuente, "la más caudalosa de la isla" según se dice en algún escrito, que servía para el riego de las huertas allí cultivadas. Igualmente, se formó un pequeño poblado, como consta en los informes del siglo XVII, que llegó a tener su propia ermita, dedicada a N.S. de las Mercedes. A esta ermita hace referencia Argote de Molina a finales del s. XVI, desaconsejando se construyera allí el convento que Sancho de Herrera había ordenado en su testamento de 1534 por la amenaza constante de los piratas a que el lugar estaba expuesto.
Por su parte, en tiempos de los guanches este espacio debió estar habitado y dedicado a las prácticas pastoriles, tal como demuestran los restos arqueológicos encontrados.
En la actualidad nada queda de las huertas y menos de la fuente. Existen unas Casas de Famara que acogen a unos pocos habitantes ocasionales, una vez que se han abandonado las prácticas pastoriles que les dieron vida, y no quedan sino unos mínimos restos de la ermita. Sin embargo, en el mismo lugar de El Rincón se ha levantado una moderna urbanización turística y el propio pueblo de La Caleta está adquiriendo un paulatino pero constante crecimiento por el atractivo de su hermosa playa. Este poblado de La Caleta de Famara o simplemente de La Caleta tiene un origen relativamente reciente: se formó a partir de la presencia allí de pescadores, primero construyendo unos rústicos almacenes para guardar sus aperos y posteriormente sus viviendas; aún en 1850 no tenía ningún habitante, y en 1909 "contaba la Caleta con tres edificios, veinticuatro almacenes y veinticinco habitantes" (Hernández Delgado, Lancelot, 14-11-1992).
El primer mapa de Lanzarote que contiene el nombre de Famara es el de Torriani (1978: 44), a finales del siglo XVI, aquí como topónimo del interior y dando el nombre de Caleta a la línea de costa. Y desde él, siguiendo con el de Briçuela y Casola (2000: 77), de la primera mitad del siglo XVII, se puede decir que en todos los mapas que se han hecho de la isla.
Madoz concede a Famara dos entradas en su Diccionario geográfico (1986: 109), como si de dos lugares y nombres se tratara: Famara como "cortijo" inmediato al mar del N de la isla y cuya producción apenas si puede satisfacer las necesidades de la familia que lo habita, y en donde existen -dice- los cimientos de una ermita que hicieron los misioneros que acompañaron al conquistador normando Jean de Bethencourt; y Fancara (sic) como los "riscos de formación secundaria que termina en la isla de Lanzarote". Y añade aquí una noticia curiosa y que podría ser no del todo fantasiosa: "Parece un hecho indudable -dice- que la tan celebrada púrpura de Tiro la estraían (sic) de estos sitios los fenicios, y la orchilla, preciosa dádiva de la naturaleza, recogida con tanto peligro de la vida, era el producto que más utilidad reportaba a estos habitantes, hasta que en 1840 habiendo aparecido un nuevo liquen en Angola de tan fácil recolección y abundancia, ha inutilizado este rico producto, y ninguno se esporta (sic) para el estranjero (sic)".
Respecto al nombre, debemos destacar la sorprendente uniformidad con que aparece en las fuentes historiográficas, a diferencia de la generalidad de los otros nombres guanches, explicable en este caso por la simplicidad de su fonética. En las citas compiladas por Wölfel en sus Monumenta (1996: 757) solo hay una excepción: una falseada Fámara de Millares Torres (1980: 304). Más excepciones encontramos nosotros: a la anterior Fancara citada de Madoz hay que añadir otras grafías usadas por este autor en su Diccionario, como Jamara (entrada Gayo, pág. 16) y Tamara (entrada Guinate, pág. 122; entrada Haría, pág. 124; y su propia entrada, pág. 194). Y otra Hamara que reproducen las cuatro ediciones primeras del Diccionario de historia natural de Viera y Clavijo, dentro de la entrada Río del Jable, y que los autores de la nueva edición, que la hacen desde el original manuscrito de Viera, corrigen y dicen bien Famara. Y es a propósito del "famoso arenal de arena blanca, calcárea, menuda y movediza [el jable] que desde Famara corre de mar a mar, y atraviesa toda la isla de Lanzarote, como un brazo, en partes bastante anchuroso. Impelida casi continuamente esta arena por los vientos, que allí son recios y constantes, se echa a veces sobre las tierras cultivadas y las arruina; y a veces cayendo la nube pulverizada en las rubiales, arcillosas y estériles, las fertiliza" (2014: II, 438). Mejor descripción de aquel territorio es imposible; la única precisión que podríamos hacer al texto de Viera es que ese brazo de arena se llama en la actualidad simplemente El Jable (Trapero y Santana 2011: 232).
Más variedad muestran esas citas historiográficas en la identificación geográfica del topónimo: para unos es un "risco", para otros una "montaña" o "monte", para otros una "localidad", para P.A. del Castillo un "lugar solitario y retirado una legua de la villa" y para otros simplemente un "lugar".
Y a pesar de ser topónimo tan conocido y tan citado, nadie ha sabido darle una interpretación semántica del todo convincente. Wölfel dice no encontrar paralelo bereber alguno con quien compararlo. Nuestro colaborador Abrahan Loutf propone dos hipótesis. Según la primera, Famara podría formar lista con una serie de topónimos que empiezan por el prefijo femenino singular t-, por una posible permutación fonética t > f muy frecuente en el bereber, y entonces la forma original del topónimo sería Tamara, de la raíz MR. Tamara es el nombre que lleva una caleta que se ubica en el municipio de la ciudad de Rabat. Esta caleta es muy famosa por sus playas y sus palmeras. Asimismo, en las zonas berberófonas se localizan otras formas similares, pero desprovistas del prefijo t-, como Amara, en el distrito de la localidad de Taznahkt y en la localidad de Uauzguit; el topónimo Amari es otra denominación de otro lugar situado en Zenaga de Srair, con el valor semántico de 'límite entre dos bordes'. Según la segunda hipótesis, la inicial f- de la forma lanzaroteña podría corresponder con la preposición f- del bereber con el valor de 'sobre', lo que está sobre algo, y el topónimo pasaría entonces a designar al Risco de Famara, atendiendo así el significado que los ancianos de la isla de Lanzarote asignan a la voz Famara. Como apoyatura a esta segunda hipótesis está el topónimo Tamra que designa el borde de un curso de agua en Beni Metter; y Tizi-n-tamra se llama al borde de un risco y de una cumbre en la Kabilia. El término tamra, según Loust (1939: 240), tiene en el bereber marroquí el significado de 'piedras gruesas de color rojizo', y tamri es 'piedra' en el habla de Ayt Warain.
1 El nombre de penedo no es, como algunos han creído e interpretado un antropónimo, sino un portuguesismo con el significado de 'gran roca'. El topónimo Bahía de Penedo que se ha generalizado en los mapas y libros de divulgación de la isla hace referencia a toda la bahía de Famara, de unos 5 kms de largo, pero ese nombre de Penedo lo toma de un gran peñasco que hay a la orilla del mar en la parte más al NO de la bahía y que queda separado de la costa en marea baja; el nombre de este peñasco es El Penedo.
2 Curiosamente este topónimo, que nombra un lugar del interior del precipitado barranco que cae desde la altura de las Nieves, es el único que en la toponimia tradicional de Lanzarote nombra a las palmas. No es que en la isla haya muchas palmas, pero al menos hay un gran palmeral en el Valle de Haría, que sin embargo no se ha convertido en topónimo.ETIQUETAS
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