Nombre de una montaña de Lanzarote perteneciente al municipio de Tías, cercana al caserío de La Asomada. En realidad, el topónimo es Caldera de Gaida (Trapero y Santana 2011: 204), pero el accidente es propiamente una montaña, solo que, como ocurre en otras varias de Lanzarote (por ejemplo, las de Gritama y de Gairía), la boca del volcán formó una caldera de tal manera perfecta y llamativa que, por metonimia, se llama "caldera" a toda la montaña. Y es lo más probable que esta caldera se haya formado en las famosas erupciones iniciadas en 1730 y que dieron como resultado el actual Parque Nacional de Timanfaya.

Y a pesar de ser nombre tan eufónico y de ser de indudable origen prehispánico no figura en ninguna de las fuentes que sirvieron a Wölfel para sus Monumenta. Solo lo encontramos en las listas de Bethencourt Alfonso, remarcando con un acento innecesario la verdadera pronunciación del topónimo, Gáida, y descrita como "fuente y montaña en Yaiza" (1991: 385). Y es en la misma Historia del pueblo guanche de Bethencourt donde encontramos el topónimo más cercano a este de Lanzarote: Artagáida "barranco en el reino de Abona" (1991: 407), en el Sur de Tenerife, procedente de una data de 1500, hoy desaparecido o no documentado. En cualquier caso, puede tratarse de la misma palabra que la del topónimo de Lanzarote si es verdad que, como se ha dicho, el segmento inicial arta tiene en el bereber un valor entre morfológico y léxico equivalente al español 'entre' o 'entrada'.