Guanarteme
Por favor, use este identificador para citar o enlazar este ítem
https://hdl.handle.net/11730/guatc/1570
Dos lugares de Gran Canaria conservan el nombre del que fue el último rey de los aborígenes de la isla, de nombre Tenesor Semidán y bautizado cristiano con el de Fernando Guanarteme, pues fue su padrino el rey Fernando el Católico, y que jugó un papel decisivo en el desenlace final de la conquista castellana, y tanto en lo tocante a la de Gran Canaria como a la de Tenerife, en la que también participó como aliado de Fernández de Lugo. Por ello el conquistador le otorga en 1488 una data de propiedad de tierras de sembradura "en las lomadas de Acentejo" (Datas: doc. 17). Así, guanarteme, de ser primero un apelativo guanche se convirtió en un apellido que ha sobrevivido en Canarias hasta hoy, a la vez que convirtió a Artemi Semidán en el "guanarteme" prototípico que tuvo la isla de Gran Canaria, casi en el único, según es creencia popular.
Dos son los lugares de Gran Canaria pero tres los topónimos que llevan el nombre de Guanarteme: la punta de mar más sobresaliente de la costa norte de la isla, en el territorio de Gáldar, que a su vez da nombre a la playa que existe en sus inmediaciones (La toponimia de Gran Canaria 1997: II, 168, y GAC 151 E1), y el barrio más occidental de la capital de la isla (ibíd., y GAC 157 E3). Respecto a los dos primeros, a la punta y playa del territorio de Gáldar, dice Quesada Chaves que se llama así "por haberle tocado en data o vecindad el paraxe y cavo grande que confina con el mar" (2007: 131); es el único autor en quien leemos este dato, cuando es tradición que el legado que se le concedió al Guanarteme una vez terminada la conquista de Gran Canaria fueron las tierras del valle de Guayedra, desde la cumbre al mar. Y respecto al tercero, el nombre del barrio de Las Palmas, es también creencia general que se le puso en la primera mitad del siglo XX cuando la ciudad creció por ese lado de manera paralela al mar, y que por lo tanto se trataría de un neotopónimo. El nombre del barrio es posible que sea moderno, pero el topónimo Guanarteme es mucho más antiguo. Aparece con el nombre de Guadarteme en el mapa de Briçuela y Casola, de la primera mitad del siglo XVII, en el relieve que hace de la costa de la capital de la isla y justamente en el mismo lugar que hoy ocupa el barrio, aunque en el mapa está cartografiado en la parte del mar, a la altura del desagüe del Barranco de la Ballena. Y también lo cita Viera y Clavijo en la entrada asperón de su Diccionario de historia natural, dando además la interesante noticia de que la piedra que se sacaba de lo que hoy es "La Barra" de la playa de las Canteras, además de haber servido para las piedras de destilar agua, sirvió también como "cantera" (y de ahí el actual nombre de la playa) para la construcción de la catedral de Las Palmas y de otros importantes edificios de la ciudad. Vale la pena transcribir íntegro el texto del gran Viera:
La piedra de destilar o filtrar el agua, compuesta de una masa de fragmentos de conchas, es áspera, porosa, de color amarillento o parduzco. Sácase de una cantera bañada del agua del mar en el paraje de Guanarteme en Canaria, y aunque blanda se endurece bastante al aire. De esta piedra es la fachada antigua y las torres del mencionado templo [la catedral]; como también el pórtico de las casas de la Real Audiencia y las Consistoriales (2014: I, 264).
El guanarteme era, en palabras de Abreu Galindo, el "rey" entre los aborígenes de Gran Canaria, "el cual determinaba sus diferencias y debates y administraba las ceremonias y ritos tocantes a su religión" (1977: 149), equivalente al mencey en Tenerife.
Como ha sido esta una palabra escrita por todos los autores que se han dedicado a las antigüedades de Canarias, asombra la cierta uniformidad con que se ha escrito, como si de una única y simple unidad léxica se tratara, salvo las excepciones de ganet arthemy o guat arthemy de algunas crónicas de la conquista, todo ello reunido por Wölfel (1996: 535-537). Y sin embargo, en el largo artículo que este autor dedica a esta voz (uno de los más largos de sus Monumenta), advierte que las anotaciones tan dispares con que se ha transmitido hacen pensar en la imposibilidad de conciliarlas fonéticamente. Nosotros creemos que las diferencias son mucho menos y de menor entidad que las que manifiestan otras voces no tan usadas. Finalmente, Wölfel reduce las distintas anotaciones a dos únicos hipotéticos modelos originarios y ambos con el mismo peso documental: guanarteme y guadarteme, y cuya diferencia n/d no admite otra explicación que la de una confusión en la audición y escritura de la palabra por parte de los españoles. Confirmada, pues, la secuencia sonora como [gwanarté:me], no tiene Wölfel, empero, una interpretación que darle porque -dice- las lenguas comparadas del bereber no ofrecen ningún paralelo.
Y sin embargo la palabra guanarteme ha recibido una interpretación que básicamente se ha aceptado sin crítica alguna por los historiadores de Canarias desde Viera y Clavijo, aunque el creador de la hipótesis fuera Marín y Cubas, según dice Wölfel (1996: 537). Y la explicación es la siguiente: Como la palabra Artemi aparece también de manera aislada y como nombre propio de un aborigen grancanario, y se dice de él que era "el hijo del rey de Gran Canaria" (en Le Canarien: "el hijo del rey que se llama Artamy"), se ha deducido que el guan de guanarteme significaba 'hijo' y toda la palabra: 'el hijo de Artemi'. Opina Wölfel que esta explicación debe descartarse, pues siendo guanarteme el nombre de una dignidad no es lógico que "el título se hubiera derivado no conforme al primer rey, sino conforme a un hijo del rey". Pero no ha servido para nada esta advertencia de Wölfel, pues los historiadores actuales siguen repitiendo sin crítica alguna la hipótesis etimologista de Viera; así Jiménez González, autor que se ha especializado en la prehistoria de Gran Canaria, sigue diciendo ewâd-n-artémin 'rey' sin más explicación (1992: 73). No se detiene Onrubia Pintado en la etimología de esta voz, a pesar de titular su libro como La isla de los Guanartemes, pero sí se para a cuestionar la etimología de faicán, la otra dignidad "real" de los aborígenes grancanarios (2003: 398-406).
V. Masellis (del Instituto Italiano de Historia del Risorgimento), que ha escrito un artículo creyendo haber podido interpretar las inscripciones rupestres del Bentaiga, dice también que guanarteme está compuesta de guan 'rey' y la palabra micénica artemis 'príncipe' y que todo junto significa "el rey de la estirpe o de la familia real" (1991: I, 27). Y últimamente, Reyes García propone la hipótesis etimológica de 'este es hijo de Artemi' y artemi como 'él hunde o vence', con el comentario siguiente: "Evidente fórmula dinástica, donde el sujeto se vincula con el primer jefe de la familia, clan o grupo que gobierna, sin que la relación de parentesco consanguíneo entre ambos pueda tenerse por segura" (2004b: 296). Otra explicación más acorde con la composición de las palabras bereberes da Rodríguez-Dincourt (2014) para la voz guanarteme diciendo que resulta de la conjunción de las voces del tuareg oua-amrar-temar, literalmente ´este es la gran autoridad'.
ETIQUETAS
+ Añadir etiqueta
COMENTARIOS
Comentarios
¡Sé el primero en comentar!
AÑADIR COMENTARIO A ESTE TOPÓNIMO
Comentarios
¡Sé el primero en comentar!
Comentarios
¡Sé el primero en comentar!