Topónimo de La Gomera que nombra una parte de la cumbre y escarpes correspondientes de la cabecera del Valle de Ermigua, entre cuyos accidentes particulares se citan una Punta de Ibosa, el Cañadón de Ibosa y el Espigón de Ibosa, un cerro rocoso que aparece semidesnudo de vegetación en un panorama de monte.

Informa Perera López (2005: 10.22) que Ibosa es el verdadero topónimo y no Ibos como aparece escrito en algunos mapas y como empieza a nombrarse (con acento prosódico en la i) por parte de personas vinculadas al medioambiente de La Gomera pero no naturales de la isla, sin duda porque han leído en los mapas y no han oído la voz de la tradición.

El topónimo había sido recogido por Fernández Pérez (1995: 268) en su primera relación de términos indígenas gomeros con la referencia "cañada de Ibosa", pero no en la segunda, que es la que consultó Wölfel, razón por la que no aparece recogida en los Monumenta del investigador austriaco. Así pues, salvo esta única cita de Fernández Pérez el término Ibosa se trata por vez primera en el estudio de Perera López sobre la toponimia de La Gomera, y lo pone en relación con otros topónimos de las Islas que parecen similares o cercanos, como Ibosane o Ibosán en El Hierro (registrado en la obra de García del Castillo 2003: 213, pero que nosotros no hemos oído en la actualidad), Yosa en Fuerteventura (existente en nuestros registros) y Osa o Diosa en Tenerife (inexistente en nuestros registros), además del topónimo gomero Cejo Brihosa que coincide con el de Ibosa en que en ambos lugares existen cejos bien marcados en el risco, lo que hace pensar a Perera en la posibilidad de que los términos Ibosa / Brihosa aludan a dichos accidentes geográficos.