Nombre de un pequeño caserío de La Gomera, hoy abandonado, situado entre los pagos de Ayamosna y Peraza, municipio de San Sebastián de La Gomera. Pero debió ser primero el nombre de la zona, pues también lo llevan otros varios topónimos secundarios: Roque de Magro,Chapas de Magro, Cerco de Magro, Lomo Magro y Barranco de Mauro.

Advierte Perera López (2005: 10.64) que parece haberse dado una inversión en cuanto a los modelos usados a lo largo de los tres últimos siglos: en las fuentes más antiguas (siglos XVIII y XIX) predominan las formas Mauro o Meuro mientras que en la actualidad es Magro la forma mayoritaria. También aparecen en la oralidad contemporánea las variantes Lamagro y Almagro, la primera presumiblemente por aglutinación del artículo español y la segunda por etimología popular al asimilar el topónimo gomero al peninsular o al apellido español a partir de Lamagro.

Detrás del topónimo gomero puede existir una etimología hispánica a partir de la voz almagre 'arcilla roja', lo que podría explicar la variante Lamagro, o una etimología prehispánica común también para el topónimo histórico de Gran Canaria Magro o Amagro. La primera interpretación cuenta con la apoyatura geográfica de que bajo el Roque de Magro existe un estrato rojizo de almagre, pero con la anomalía lingüística de que el topónimo Magro nunca lleva el artículo español, que casi sería preceptivo en caso de sentirse como tal hispanismo. Por el contrario esa falta de artículo y la casi igualdad con el topónimo grancanario, considerado como uno de los recintos sagrados por los aborígenes de esta isla, apoyan la interpretación de ser un guanchismo. Wölfel (1996: 520-521) desconoce el topónimo gomero, pero pone en relación al Magro o Amagro de Gran Canaria con varias voces bereberes que giran alrededor de significados como 'ser grande' u 'hombre grande' y 'lanzar objetos en actos de combate'.