Mayantigua / Mantigua / Mayantigo
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https://hdl.handle.net/11730/guatc/2354
Topónimo de La Palma referido a una zona de la parte norte de la Caldera de Taburiente, municipio de El Paso, situada por encima del lugar de Taburiente, y que da nombre también a otros accidentes particulares: una fuente, un lomo y un pinar. La variante Mayantigua es la más repetida modernamente, pero también está atestiguada la variante sincopada Mantigua por parte de Alvar (fichas de campo) y de Díaz Alayón (1987b: 635). Por su parte, el GAC (29 F1) cartografía la forma Mayantigo, que es más cercana al nombre de uno de los caudillos aborígenes más nombrados de La Palma, aunque no por eso tenga que ser más verdadera. Finalmente, en la lista de topónimos guanches de La Palma de Bethencourt Alfonso aparece como Mantigüe (1991: 382), que es la forma más próxima a la segunda variante.
De nuevo nos encontramos aquí con un topónimo que inevitablemente hay que poner en relación con un antropónimo, en este caso con el del soberano del señorío de Aridane, que debió ser el más importante de La Palma en el momento de iniciarse la conquista castellana. Y de nuevo debemos recurrir a la Historia de Abreu Galindo, y en este caso como fuente primaria única, pues la Descripción de Torriani, que suele ser paralela en casi todo con la del franciscano, silencia el nombre de este soberano aborigen palmero. Dice Abreu que el primer señorío de La Palma, que comprendía las tierras que hay desde Tasacorte y Los Llanos hasta Tijuya, era denominada por los antiguos palmeros Adirane (sic)1, del cual "era señor y capitán un palmero que se decía Mayantigo, por su gentileza y buena apostura; porque en su lenguaje llamaban al cielo Tigotan y, queriéndolo comparar con el cielo, Mayantigo, que quiere decir 'pedazo de cielo'" (1977: 266-267). Como vemos no se contenta aquí Abreu Galindo con poner el nombre del personaje, sino que además lo traduce al español y lo explica. Y sigue más el texto sobre esta explicación: "Y, como en estas islas se ponían los nombres, por su mayor parte, según los hechos y sucesos que acaecían a los hombres, pusieron después a este otro nombre, que fué llamarle Aganeye, que quiere decir 'brazo cortado'; y así se llamó" (ibíd.: 267).
Según este relato, el soberano de Aridane llegó a tener al menos tres nombres: el "de pila", el primero que tendría antes de mostrarse "gentil y de buena apostura", que no sabemos cuál fuera; el segundo de Mayantigo por lo que demostró ser; y el tercero de Aganeye, por ser manco. No nos dice aquí Abreu el motivo, pero lo expresa unas páginas más adelante, y fue con motivo de una pelea -quizás competición de fuerza- con otro palmero llamado Chentire, señor de Ahenguareme, de la cual salió malherido en el brazo izquierdo, "porque se lo pasaron por junto a la mano con una moca2, de la cual herida se le dañó y canceró el brazo. Y, llegada la corrupción al codo, dicen que el mismo Mayantigo con la mano derecha se tronchó el brazo por el codo; por cuyo efecto le llamaron después a este Mayantigo, Aganeye, que quiere decir 'brazo cortado'" (ibíd.: 272-273). Este relato tan realista y tan minucioso dice Abreu Galindo haberlo hecho para desmentir la falsa fama que tenían los palmeros de "pusilánimes" y ser "menos que las mujeres", para lo cual hubo de "escudriñar" e "investigar" en los hechos "de algunos antiguos naturales de la tierra y isla" (ibíd.: 272).
Esta explicación "antroponímica" de Abreu nos llevaría muy lejos y nos apartaría del tema propiamente toponímico, pero al parecer general tiene verdadero fundamento en relación con la lengua bereber, y por lo tanto debemos darle cierto crédito en cuanto a la correspondencia de significado que pone entre el nombre aborigen y su traducción al castellano. Así lo dice Álvarez Delgado: "Mayantigo al quedarse manco recibió el apodo de Aganeye (por agan-eye literalmente 'el que tiene un antebrazo'), porque le faltaba el otro, manera natural de expresarlo con este idiotismo en guanche-berber" (1979: 26-27).
En este caso el testimonio de Abreu es también uniforme e invariable, a diferencia de otros nombres que alternan en multitud de variantes: Mayantigo se llama el soberano, que quiere decir 'pedazo de cielo' porque en su lengua tigotan (sin acento) era el cielo. La única variación es en el nombre del territorio, nombrado las más de las veces como Adirane y las menos Aridane, como hoy se llama y como dijimos en su entrada correspondiente.
El antropónimo Mayantigo, por estar en Abreu, ha sido considerado y tratado por todos los autores que se han interesado por la lengua guanche y por las "antigüedades" canarias, pero respecto a los topónimos de La Caldera, salvo los registros modernos de Alvar, del GAC y de Díaz Alayón, no los encontramos en ninguna fuente bibliográfica, salvo en Bethencourt Alfonso (1991: 382) que escribe Mantigüe y lo describe como "región en la Caldera". Por tanto se constata una indecisión en la vocal final, que alterna entre Mayantigua, Mayantigo y Mantigüe; se justifica igualmente la diptongación de la sílaba final en los registros Mayantigua, Mantigua y Mantigüe; y finalmente cobra verosimilitud la forma abreviada Mantigua a la vista de Mantigüe. En definitiva, nos parecen más acordes entre sí los registros recogidos de la tradición oral por Bethencourt Alfonso, Alvar y Díaz Alayón que el que trae el GAC, que más parece traspasado a la toponimia desde la historiografía antigua.
Aunque no creemos que tengan el mismo origen, no podemos dejar de señalar la proximidad -la casi igualdad- de una de las variantes de este topónimo palmero con otro de Fuerteventura que nombra un importante pueblo convertido a su vez en municipio de la isla: Antigua, si bien este se tiene por hispano y de tipo religioso por referirse a la advocación de la Virgen de ese nombre, y por ello se nombra popularmente con el artículo La Antigua.
En cuanto al significado del topónimo palmero, todos han aceptado la interpretación de Abreu Galindo: Mayantigo significa 'pedazo de cielo' porque tigotan era como llamaban en guanche al cielo. Dijimos antes que Torriani silencia el nombre del soberano del territorio de Aridane, pero es plenamente coincidente con Abreu en el significado de la palabra tigotan. Dice el ingeniero italiano que los palmeros "eran idólatras, porque adoraban al demonio en forma de perro, a quien llamaban Haguanran; y decían ellos que este moraba en el cielo, al que decían tigotan" (1978: 224), lo que demuestra una vez más la misma fuente utilizada por ambos. Lo que sigue a continuación está resumido en los dos apartados que Wölfel dedica al antropónimo palmero en sus Monumenta (1996: 487-488 y 501-502). Advierte Wölfel que el primero que puso en relación el término canario tigotan con una voz bereber fue Glas, y esta fue la idéntica tigotan en la lengua shilha, dialecto del Sur de Marruecos, que traduce por el plural 'los cielos', pues, como analiza Wölfel, el término tigotan transmitido por Abreu y Torriani representa un forma plural del bereber: tigo-t-an. Con mayor precisión, Abercromby (1990: 46) da como segura desde el bereber la interpretación que las fuentes canarias atribuyen a tigotan, como 'un trozo de cielo' o 'como el cielo', pues procedente de la voz compuesta marroquí de Demnat man 'como' y de la chelja taggut 'nube'.
Muchas más cosas dice Wölfel sobre el antropónimo palmero y las dificultades que se hallan para su análisis desde el bereber, pero concluye que "por nuestra parte nos adherimos a Abercromby y suponemos t-igo (pl. t-igo-t-an) 'nube, cielo' = 'dios'" (1996: 303). Lo mismo interpreta últimamente Reyes García (2003a: 81 y 2004b: 116), quien propone la etimología m_azgan_tigut con la significación literal 'como mitad del cielo'.
1 A esto añade Bethencourt Alfonso (1991: 324) que fue por este reino de Mayantigo por donde desembarcó el conquistador Alonso de Lugo en 1494 para la conquista de la isla.
2 Como verdadero guanchismo debemos considerar este término, exclusivo de La Palma, y que según el propio Abreu Galindo era como los palmeros llamaban a su arma principal: "Las armas con que peleaban eran varas tostadas, las cuales llamaban mocas; y no dejaban de tener sus competencias y debates, de que para ofender y defender usaban" (1977: 271). Los diccionarios dialectales canarios datan la palabra moca en La Palma como "palo que se emplea en el juego del palo", y añade el DDECan que con este significado es voz "rescatada del desaparecido léxico aborigen".ETIQUETAS
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