Tabona

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https://hdl.handle.net/11730/guatc/2856

Nosotros tratamos conjuntamente en nuestro Diccionario de toponimia canaria (Trapero 1999a: 377-378) de las voces tabomba, tabona, tahona y tabonal como si de variantes de expresión se trataran para el significado básico de 'cuchillo de piedra' que usaban los guanches. Pero esta identificación nos parece ahora problemática. Y más si juntamos en una misma interpretación los registros obtenidos de estas voces en el habla común de las Islas y en su toponimia.

Si atendemos a lo que los diccionarios dicen, tabona es un canarismo de origen guanche, exclusivo por tanto de las hablas canarias, mientras que tahona es un españolismo de origen árabe. El DDECan y el DHECan definen tabona como "piedra de obsidiana con que hacían los guanches sus instrumentos cortantes. Y por extensión estos mismos instrumentos". Nada dicen estos diccionarios dialectales de su vigencia actual, por lo que hay que interpretarla como una voz de cultura, no viva ni funcional en el habla común de las Islas. No la recoge el DLE, pero sí el DEA quien lo considera término de la arqueología como 'piedra cortante propia de Canarias'. Sin embargo, el DDECan registra el término derivado tabonal como voz viva en el habla de Tenerife con el significado de 'lugar donde abundan las tabonas'. Nada que ver con el término tabón que el DLE da como propio de Burgos y Palencia con el significado 'trozo arrancado de tierra compacta, terrón'. Por otra parte, el DDECan registra la voz tahona en Tenerife como 'agujero por donde se echa el trigo en el molino de mano' y como 'molino de mano', sentidos derivados del españolismo tahona definido por el DLE como 'molino de harina cuya rueda se mueve con caballería' y como 'panadería'.

Hasta aquí, pues, solo un caso de paronimia entre tabona y tahona, simple parentesto de significantes. Solo el DDECan registra en Tenerife la voz tabona como variante de tahona con la acepción 'antiguo molino movido por caballerías'. Pero ¿es esta la realidad de todas las islas? ¿Y es esto también lo que se refleja en la toponimia?

En la isla de El Hierro registramos nosotros en la tradición oral viva las voces bimba, tabomba, tabimba y tabona para 'piedra arrojadiza', sin tamaño ni forma determinados, que queremos relacionar con una costumbre propia de los guanches. Ya citamos un texto de Bethencourt Alfonso (ver Bimba) en que clasificaba las armas de combate de los guanches tenían entre arrojadizas y "blancas". Las arrojadizas eran las bimbas, los banotes y los fáisnes, mientras que "las blancas eran de madera, de ordinario de sabina, almácigo, ajafo, mocanera, brezo y leñabuena siendo las tres postreras las más estimadas, que sometían a fuego para enderezarlas a la par que darles consistencia y luego pulían o sacaban filo con tabonas" (1994: 391).

En efecto, la ausencia de metales en las islas obligó a sus pobladores primitivos a buscar en sus suelos los materiales más apropiados para funciones que requisieran cortar. Y así se manifiesta una y otra vez en todos los textos históricos antiguos. Como en el siguiente de Abreu Galindo, referido a los guanches de Tenerife:


No tenían herramientas, ni cosa de hierro ni de otro metal. Aprovechábanse para cortar de unas piedras negras como pedernal, que, dando una piedra con otra, se hacían rajas, y con estas rajas cortaban y sajaban y desollaban. A estas llamaban tabonas (1977: 295).


Para otras funciones más domésticas usaban los guanches las tabonas, según se especifica en el siguiente texto de Fr. José de Sosa, del último tercio del siglo XVII, que atestigua además la pervivencia en el uso de las tabonas entre los canarios de los lugares más apartados y pobres de Gran Canaria pasados dos siglos de la conquista:


Éstos [los gentiles canarios] para cortar sus cabellos y para pulir, y labrar otras cosas, tenían unos pedernales agudísimos, puestos en unos cuernillos, que era la común herramienta de que usaban y aún hasta hoy en algunas aldehuelas remotas y lugarcillos pobres de estas islas, usan de algunas puntas de pedernal, tan sutiles que sirven de sangrar y sajar sus moradores, y las llaman tabonas (1994: 204).


Y un tercer texto traemos aquí referido al uso de las tabonas por parte de los aborígenes: el del Padre Espinosa. El relato pertenece al pasaje en que dos pastores guanches descubren la existencia de la imagen de la Candelaria en la cueva que ellos tenían por redil. Uno de ellos, acercándose a la imagen con la intención de cortarle el dedo de una mano, "llegándose cerca con más miedo que vergüenza, tomó una tabona, que es una piedra prieta y lisa como azabache, que herida una con otra, se hace en rajas y queda con filo como una navaja, con que sangran y sajan..." (1980: 52).

Y así, más textos de Frutuoso, de Núñez de la Peña, de Urtusáustegui, de Viera, etc. Pero insistimos que, según todos los diccionarios dialectales, tabona es voz referida siempre al pasado guanche, por tanto voz de cultura, propiamente un cultismo, en tanto que no procede de la tradición oral, sino de las fuentes librescas, revitalizada ahora la palabra y aquella cultura con las excavaciones arqueológicas que han descubierto un gran número de tabonas, pero no palabra viva ni funcional en el habla común. Un ejemplo: la revista de arqueología y prehistoria de la Universidad de La Laguna, fundada en 1972, elegió para sí como nombre de cabecera el título de Tabona.

Solo en las islas de El Hierro y de La Gomera se halla viva en sus respectivas tradiciones orales la palabra tabona, aunque con significados diferentes a los que las fuentes librescas antiguas señalaron. En El Hierro (según dijimos en Bimba) se usan las formas tabona y tabomba para referir cualquier piedra arrojadiza, y como variantes de bimba y tabimba. Todos nuestros informantes nos describieron la tabona como una 'piedra arrojadiza', como la galga, y uno de ellos (Eloy Quintero) nos dijo que una tabomba era una piedra redonda como la que usaban los guanches. En La Gomera, según ha recogido Pérera López (2005: 15.6), tabona tiene una multitud de sentidos, predominando el más general de 'piedra menuda', que es totalmente coincidente con el de El Hierro. Pero además se han desarrollado en aquella isla los derivados tabobera y tabonaje, con el sentido colectivo de 'lugar donde hay muchas piedras de pequeño tamaño', y la forma botana, por metátesis. También la recogió Rohlfs (1954: 96-97) y la palabra tabona en Tenerife, como 'piedra azufrosa' del Teide, que más que un significado de lengua nos parece una mera designación local.

La toponimia viva de las islas ha conservado este término en varios lugares, tanto en la forma positiva Tabona como en el colectivo Tabonal y Tabonales, pero solo en la isla de Tenerife. Son cuatro los topónimos que se registran en el GAC aunque en ninguno de ellos se pueda deducir el tipo de accidente al que nombran: La Tabona, al suroeste del pueblo de La Guancha, municipio de La Guancha (103 H3); otra La Tabona, en la parte alta del municipio de Icod de los Vinos (103 G5) y en el que se señalan restos arqueológicos; Tabonales, en la ladera del suroeste del Teide, a la altura de las Narices del Teide, municipio de La Orotava (122 D4); y Tabonal Negro, en el centro de las Cañadas del Teide, municipio de La Orotava (123 F4).

A ellos hay que añadir cinco más que proporciona el reciente Rescate de la toponimia cartográfica de los barrancos de Tenerife dirigido por Miguel Pérez Carballo (2011), todos ellos como barrancos o como tramos de otros barrancos mayores, todos también con la sola forma positiva y solo dos coincidentes con los señalados por el GAC. Son los siguientes: La Tabona, en la parte alta del municipio de Santa Úrsula (24 C3); La Tabona, al suroeste del pueblo de La Guancha (21 G3), coincidente con el anterior de La Guancha del GAC (103 H3); dos más La Tabona en el municipio de Icod de los Vinos: uno en el extremo este del municipio y a la altura del pueblo de La Florida (21 F5) y el otro en la parte alta del municipio (30 G3), coincidente con el que aparece en GAC (103 G5); y finalmente un Barranco la Tabona, entre el pueblo de Arona y el Risco Biseche (68 E1).

El más interesante de todos ellos, y el más conocido, nos parece que es el Tabonal Negro de las Cañadas del Teide, que nombra a una gran extensión de malpaíses de rocas de obsidiana de un color negro muy brillante, que no es otra cosa que vidrio volcánico, de donde extraían los guanches de Tenerife sus tabonas o cuchillos de piedra, y que es parada obligada para los miles y miles de visitantes de Las Cañadas porque sobre él se ha instalado un mirador panorámico. De Viera y Clavijo es la cita siguiente en que describe las clases de rocas y de piedras salidas de las erupciones del Teide: "Y las tabonas, especie de piedra obsidional, de que los antiguos guanches fabricaban todos sus instrumentos cortantes" (2014: II, 366-367). De Quesada y Chaves es la cita que identifica este lugar de Las Cañadas: "Cubren toda la superficie de este Pico [del Teide]; gruesas arenas de piedra calcinada y roxa, piedra pomes, y pedernales de varios colores y mucha parte deste pedernal negro es llamado Tabona" (2007: 245). Y de Humboldt y de su paso por Canarias es la observación que hace de que los antiguos isleños a la obsidiana la llamaban tabona, que usaban para fabricar armas cortantes (1995: 140).

A los anteriores topónimos bien localizados, hay que sumar el Tabonal de los Guanches, citado en el libro de Chávez et alii (2007: 169) y situado en un lugar indeterminado entre los municipio de Los Realejos e ICO, en donde se dice que fue la principal fuente de aprovisionamiento de este material para los aborígenes de Tenerife y con una calidad superior. Y a todos ellos habría que añadir los otros topónimos con el nombre de Abona que están en Tenerife y en Fuerteventura, según estudiamos en su lugar.

De todos los significantes relacionados con el significado de 'piedra arrojadiza', solo la variante tabona se recoge en los Monumenta de Wölfel (1965: 302), que cita los testimonios de Espinosa, Abreu, López de Ulloa, Núñez de la Peña, Viera, Berthelot, Álvarez Rixo, Chil, Millares y otros, todos atribuyéndole un origen guanche. Solo Rohfls (1954: 96-97) se pregunta si tiene algo que ver con la voz española tabón con el significado 'terrón' que el diccionario académico da para Burgos y Palencia, cosa que ya hemos descartado. Berthelot (1978: 153) compara tabona con la voz tafouza, que en Ghadames tiene el valor de 'cuchillo'. Abercromby (1990: 66), que primero clasifica esta palabra entre las que son inexplicables desde el bereber, la compara después, sin embargo, con las voces tahunt (Tait.) tahont (Aw.) y taggunt (Shil.), las tres con el mismo significado de 'una piedra'. Vycichl (1952: 187) relaciona tavas ("las piedras cortantes que usaban los canarios") con el Silha aus y con una forma femenina *taust 'sable', y con tabust 'cuchillo' en Ghadamés. Bethencourt Alfonso (1991: 251-252) halla relación entre tabona y la voz deimhne del irlandés-gaélico con el significado 'herramienta afilada'. Y Álvarez Delgado (1945c: 205) cree que la voz tabona posee el radical primario taba, cuyo sentido originario es 'piedra, peñasco', que unido al elemento ona designa una piedra especial, la obsidiana, y un uso práctico de la misma, el servir de cuchillo. Finalmente, Wölfel (1996: 627 y 706) analiza la morfología de este vocablo junto con las variantes canarias tavas, tabona y tabonas identificando la forma taba como singular y tabona como plural. A nosotros nos parece que esta interpretación no es la más acertada, pues se identifican dos formas que tienen dos étimos diferentes: tava es el resultado del prefijo ta- más el radical ba, mientras que tabona procede de ta- más el radical bon más la vocal paragógica. Wölfel confunde aquí la desinencia de plural -en del bereber con la sílaba ona de la forma tabona.

Según la explicación de nuestro colaborador Abrahan Loutf la voz guanche tabona se corresponde con la forma del habla chelja tawunt, por cambio de w > b, u > o, apócope de -t y paragoge -a. Su pronunciación en el chelja se realiza marcando el caracter tenso de la consonante w > ww /tawwunt/. La voz posee una variante fonética /tagunt/, por alternancia dialectal de w/g, igualmente realizada /taggunt/. Esta voz bereber tawwunt / taggunt corresponde a la estructura del modelo morfológico t---t, con el valor gramatical de diminutivo 'pequeña piedra' y por extensión semántica 'piedra alisadora para hacer vasijas de barro' (Jordan 1934: 119). Con la misma referencia aparece en el habla de ahagar una variante muy llamativa: tehunt, bastante cercana al término tahona, tanto del español general como del habla canaria. Igualmente el étimo bereber pervive en la toponimia marroquí: Awerz n tawwunt (literalmente 'el talón de piedra') en Gundifa; Meggunt, pueblo de Idau Makh; Imi meggunt, nombre de un desfiladero de la misma localidad; Ayt meggun es nombre de una población en la vertiente sur del Alto Atlas a 4070 m de altitud; Asuf megun es un río que cruza todo el territorio de Ayt Meggun; y Tamagunt es antropónimo de mujer, probablemente se trate de un gentilicio relacionado con magun.

Y añade nuestro colaborador berberólogo que con razón hay que considerar el término canario tabona, así como a sus variantes, como voces muy antiguas del bereber, no solo porque está comprobada su presencia en Canarias, sino porque también el significado básico de 'piedra' al que remite es el que prevalece todavía hoy en día en algunos utensilios hechos de piedra que remontan a la Edad del Neolítico, tal como el molino de piedra, el yunque, el mazo, etc., o cualquier otra piedra que sirva para romper la cáscara de los frutos secos o de cualquier otra cosa difícil de partir.

Lo que raya en el disparate son las traducciones que algunos autores diletantes, sin crítica ni fundamento, y sin base alguna, han dado de la etimología de algunas palabras guanches que han pervivido como apelativos en el español de Canarias, como hace Juan Francisco Delgado, autor del libro Canarias, islas y pueblos, que el Gobierno de Canarias editó con motivo del Día de Canarias de 2007 con una tirada de muchos miles de ejemplares, y donde se dice literalmente que tabona significa 'la (obra) del aprendiz' (pág. 12). ¡Sin comentarios!

Una nota añadida merece el nombre de tabona, y es referida a su implantación fuera de las Islas, en Azores, según el testimonio temprano de Gaspar Frutuoso. Este autor dice en las primeras páginas de su libro dedicadas a Canarias algo ya sabido: "que estos canarios, que eran muy esforzados, los cuales, aunque no tuviesen armas, usaban varas, que afilaban con piedras, muy agudas (que llaman tubonas y son negras como azabache), con las cuales como dardos atraviesan las adargas y escudos" (1964: 92). La referencia a las tabonas es inequívoca, a pesar de la pequeña deformación con que las nombra. Pero lo novedoso viene en otros capítulos de su Saudade da Terra, dedicados a su propia isla de San Miguel de Azores. En el libro IV dice: "Así como la materia de piedra pómez es un material negro, que se parece al azabache, que dicen que se llama atabona aunque me parece que la atabona es más recia, pues se hacen navajas y lancetas con ella. De ella hay gran abundancia en Canarias". Y en el capítulo 61 añade: "Es de notar que en las cavernas de esta isla de San Miguel hay material muy quebradizo que se rompe con la mano, muy espeso y negro como el azabache...; algunos dicen que se llama atabona, como una piedra negra que hay en las Canarias, pero no es igual, pues esta piedra se rompe con facilidad, pero la atabona es tan fuerte que se hacen navajas y lancetas" (cit. por Leal Cruz en su edición de la obra de Frutuoso: 2004: 47, n.76). Tiene toda la razón Frutuoso: las piedras no eran iguales, a pesar de su color negro como el azabache, pero el nombre de atabonas que le dieron en Azores debió proceder sin duda del canario tabona. Y no será esta la única palabra canaria de origen guanche que pasó a las islas portuguesas de Azores y de Madeira, también lo fue tabaiba, y ello debió ser a través de los esclavos guanches llevados por los navegantes portugueses durante el siglo

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ISLA   TENERIFE


MUNICIPIO    La Guancha, Icod de los Vinos, Santa Úrsula, Arona


TOPÓNIMO VIVO, SIGNIFICADO CONOCIDO

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