Tagoror
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https://hdl.handle.net/11730/guatc/2933
Se registra una única vez, en Gran Canaria: El Tagoror, en el municipio de Santa María de Guía (La toponimia de Gran Canaria 1997: II, 311), que interpretamos como denominación moderna a partir de un conocimiento erudito de la historia de Canarias. Puede que el lugar así llamado, en la vertiente sur de la desembocadura del Barranco de Silva, cercano al poblado de San Felipe, conserve algún resto guanche y por ello le pusieran esa denominación. Y decimos que no nos parece topónimo tradicional, no solo porque sea denominación única en Gran Canaria, y en Canarias en general, sino porque, además, en la toponimia de Gran Canaria son desconocidas las formas léxicas de esta serie iniciadas por el formante ta-, salvo el topónimo El Tagorito en la zona de La Fortaleza de Santa Lucía de Tirajana, que quizás sea moderno impuesto por las investigaciones arqueológicas llevadas en aquel lugar y por las celebraciones que se hicieron en las décadas de los años 70 y 80 del siglo XX conmemorando el sitio de Ansite y el último episodio de la conquista de Gran Canaria.
Además, la acentuación aguda /tagorór/ es anómala a la voz y a las variantes auténticas conservadas en la tradición oral. Con casi total seguridad, tagoror es forma traída a la actualidad desde las escrituras antiguas, en donde por lo general aparecía sin acentuar, y su acentuación aguda cuando se pronuncia es lo más probable que proceda de la norma española que hace agudas todas las palabras patrimoniales terminadas en -or. He aquí un caso, entre los pocos que pueden aducirse en la toponimia tradicional, en que la letra impresa se impone a la oralidad. Y una prueba elocuente de lo que decimos es el hecho de que en el último registro que se ha hecho de la toponimia de Tenerife, si bien centrado exclusivamente en los nombres de los barrancos, pero en el que se registran las más diversas formas derivadas de las voces goro y tagoro, el término Tagoror no aparece ni una sola vez (Pérez Carballo 2011).
En efecto, el término tagoror o tagóror tiene entrada en el DDECan como apelativo, pero con la advertencia de que es voz que en Gran Canaria y Tenerife "designaba", entre los indígenas, la asamblea o "reunión del consejo presidido por el guanarteme o el mencey" y los lugares donde estas se celebraban; es decir, que es voz recuperada de los textos antiguos para una referencia histórica. Y justamente por considerarse uno de los símbolos más apreciados de la cultura aborigen, el nombre sirve modernamente para titular revistas, páginas literarias, partidos políticos, bares y casi todo aquello que se supone resto arqueológico o cultural guanche con las características dichas. Precisamente uno de estos lugares, acreditado como tal, se halla en la isla de El Hierro, en las laderas del Julan, donde efectivamente hay un círculo de piedras y un "altarcillo" de piedras sueltas que se interpreta o como lugar de las ofrendas o como asiento del jefe presidiendo la asamblea: tagoror lo llaman la literatura arqueológica y la de la divulgación turística y cultural del Archipiélago, pero nadie natural de El Hierro lo llama así, sino simplemente goro, y majano llaman a la torreta que se ha supuesto como altar de sacrificios o de ofrendas1.
1 Reiteramos aquí un pensamiento que hemos expuesto en la entrada Julan y que tiene que ver con la disparidad entre las denominaciones toponímicas tradicionales, de uso común entre las gentes del lugar, y las utilizadas por la arqueología, que a veces acaban por imponerse sobre aquellas. Y es el caso de lo que el profesor Mauro Hernández ha hecho en su libro sobre El Julan (2000): llama taros a lo que en El Hierro son y se llaman goronas; utiliza el término tagóror que es voz totalmente desconocida en El Hierro, sin dar la denominación que para esa realidad se usa en la isla; llama torre del tagóror a lo que los pastores no llaman sino majano; distingue dos "estaciones" de grabados rupestres con los nombres respectivos de Letreros y de Números como si de dos tipos de inscripciones se tratara, cuando no son sino unos mismos grabados separados por un centenar de metros; en el ámbito insular esas inscripciones se conocieron siempre por el nombre de Los Números o Los Números de lo de Juan Baltasar (por referencia al propietario de esas tierras); si modernamente se ha generalizado el nombre de Los Letreros ha sido por influencia de la literatura sobre otros yacimientos canarios, como "Los Letreros de Balos"; etcétera.
ISLA GRAN CANARIA
MUNICIPIO Santa María de Guía de Gran Canaria
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