Es un topónimo exclusivo de La Palma, registrada por tres veces en un mismo lugar del municipio de Garafía, en la zona del monte de Franceses: además del lugar denominado genéricamente como La Tamagantera, hay una cueva y una fuente con el mismo nombre como específico (GAC 29 F1).

El topónimo debe entenderse como lugar abundante en amagantes o tamagantes, voces registradas en las cuatro islas occidentales, con algunas otras variantes, para la designación de la especie vegetal Cistus symphytifolius o Cistus vaginatus, una clase de jara "de hasta un metro de altura, siempre verde, hojas oval-lancedas, herbáceas y muy blandas, de color verde pálido y finamente tomentosas, especialmente por el envés. Las flores terminales, agrupadas y muy vistosas, aunque fugaces, tienen una corola de color rosa muy intenso. Sus frutos fueron utilizados por los aborígenes como alimento" (DDECan).

Hay un texto de Abreu que habla de las costumbres y de la alimentación de los palmeros en donde se menciona esta planta y la utilización que de ella hacían sus aborígenes:

Al tiempo en que esta isla se conquistó y ganó, no había en ella [La Palma] ni se halló trigo ni cebada ni otro grano, ni legunbre, ni los palmeros sabían qué cosa fuese; porque el mantenimiento que usaban en lugar de pan eran raíces de helechos y grano de amagante, que es un árbol como jara, salvo que tiene la hoja más ancha. Este grano cogían a su tiempo y lo secaban y molían en unos molinillos de mano, y lo guardaban para comer con caldo de carne o con leche (1977: 269).

El topónimo Tamagantera tiene una raíz léxica plenamente guanche, ta-magant, y un sufijo final español -era, lo que demuestra que la voz sobrepasó el tiempo de los palmeros aborígenes y se usó como apelativo en tiempos hispanos. Ver, además, la entrada Mogán.