Según el testimonio de Bethencourt Alfonso así se llamaba antiguamente lo que hoy es el Pico Viejo, en la falda del suroeste del Teide, antes que reventara este volcán a finales del siglo XVIII. Dice Bethencourt: "Esta montaña en los antiguos documentos aparece escrita Benxa o Benxo. Después que a las 9 de la noche del 9 de Junio de 1797 reventó el denominado Pico de Benxo, se le llamó el "Pico Viejo". Se halla situado en las Cañadas, en la cumbre" (1991: 410). Y añade que, según las datas antiguas de Tenerife, "una región de Valle de Santiago llevó este mismo nombre". Al primero de estos dos topónimos Berthelot lo nombra "caprichosamente" Benke (1978: 132), uno más de los muchísimos caprichos que el erudito francés tuvo para corregir y deformar los verdaderos nombres de la toponimia canaria de origen guanche.

Los registros modernos de la toponimia de Tenerife no recogen ninguno de estos dos nombres, por lo que hay que darlos por perdidos, fácilmente explicable, pues la erupción de 1797 sirvió para cambiar de nombre a la montaña. Pero sirve de ejemplo de una práctica que debemos entender como común en la sustitución de la toponimia con nombres guanches a otros nombres de filiación hispánica.

Aparte, el mismo Bethencourt cita otro topónimo con las formas Vénjo, Avenjo y Vinjo como el antiguo nombre del hoy llamado Monte de las Mercedes, en La Laguna, procedente de una data de 1501.