Nateros de Chigora es un topónimo de la parte sur de Tenerife, situado en la vertiente entre Chío y Puerto de Santiago, municipio de Guía de Isora. Aparece bien cartografiado en el GAC (119 F4), y el nombre de Chigora queda confirmado en el libro sobre los yacimientos arqueológicos guanches del municipio de Guía de Isora como antiguo poblado con manifestaciones rupestres y grabados líticos (Chávez et alii 2007: 338), sin embargo, no lo encontramos en las listas de Bethencourt Alfonso, lo que nos resulta raro.

En este caso quizás sea necesario explicar las dos voces que conforman el topónimo, aunque la primera, Nateros, nada tenga que ver con la lengua de los aborígenes. Pero es un precioso canarismo, procedente del portugués, que además de pertenecer a la lengua común tiene una presencia abundante en la toponimia de todas las islas; se refiere a aquellas partes bajas y aplanadas de los barrancos formadas por las tierras arrastradas por las aguas que se convierten en fértiles campos de cultivo. Pero la voz contiene una metáfora: la de la nata, atraída aquí por la superficie espumosa que forman las aguas correntías cuando llueve en abundancia, que se paran y estancan en esos terrenos llanos, hasta filtrarse poco a poco (Trapero 1999a: 298-299).

En cuanto al término guanche Chigora es lo más probable que sea variante de tagora, nombre que en Tenerife designaba el refugio del pastor, equivalente a lo que en El Hierro son las goronas y en Lanzarote las tegalas, es decir, la construcción rústica semicircular de piedra seca para resguardarse del viento y desde la que poder vigilar el ganado.

Nuestro colaborador Abrahan Loutf dice que la voz tinerfeña presenta grandes similitudes con el bereber tigurar, forma correspondiente al femenino plural, por palatalización de t > ch, por cambio vocálico u > o y apócope de la r final, que deriva de la raíz GR con el significado de 'unir, cercar', con la posible referencia específica a los corrales en que se guarda el ganado.

Ver la entrada Goro.